El delegado del Gobierno, Juan Carlos Moragues, acordó ayer con el presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, la presidenta de la Confederación Hidrográfica del Júcar, María Ángeles Ureña, y el presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura, Miguel Ángel Ródenas, poner en macha un protocolo para agilizar la limpieza los barrancos y cauces fluviales para prevenir los efectos de las lluvias torrenciales. El presidente de la Diputación, César Sánchez, fue un poco más allá y anunció, por su parte, que la Diputación primará a los ayuntamientos que en sus proyectos del próximo Plan de Obras y Servicios incorporen la adecuación de los cauces.
El delegado de Gobierno calificó la reunión de ejemplo de estrategia de Estado para proteger nuestro patrimonio ambiental y evitar daños en la población, «ya que hemos acordado impulsar un plan conjunto para limpiar nuestros cauces y barrancos y así prevenir inundaciones e incendios».
El Ejecutivo ha aprobado ayudas por cerca de 5 millones de euros para reparar el dominio público hidráulico afectado por los temporales de este invierno, a través de las dos confederaciones.
Dicha inversión va destinada a obras para la restauración, limpieza, retirada de tapones y reparación de los daños en el dominio público hidráulico, zonas asociadas y márgenes causados por las avenidas de agua extraordinaria a casa de los fuertes temporales, y reparación de infraestructuras hídricas. «No se trata sólo de nuestro patrimonio ambiental. Se actúa también en infraestructuras hídricas que son fundamentales para luchar contra la sequía como en los embalses de Guadalest y Beniarrés», subrayó Moragues.
