El Ayuntamiento de Alicante no tiene fecha para dar una solución a la falta de sombra en el parque Joan Fuster, que está motivando que abuelos y padres se lleven de sus casas sombrillas y paraguas para mitigar las altas temperaturas y que sus hijos y nietos puedan utilizar los juegos infantiles. Los toboganes metálicos queman en cuanto aprieta un poco el sol y la goma del suelo del parque se calienta demasiado.

El edil de Parques y Jardines, Víctor Domínguez, asegura que el tripartito trabaja en un proyecto de reforma integral del parque que abarca distintos aspectos pero no concretó fechas. Asimismo, ha dicho que se estudiará la petición de los vecinos de más sombra.