El carné de conducir se recupera con un curso de 24 horas y el pago de 396,87 euros. La formación dura cuatro días (en horario de mañana o de tarde) y supone recuperar el carné con 8 puntos. Así de sencillo. Solo unos pocos harán, además, un examen en Tráfico. Y es que la Dirección General de Tráfico (DGT) solo obliga a realizar una prueba escrita en tráfico a aquellos conductores a los que se les retira el carné tras perder todos los puntos retira el carnépuntos por sanciones administrativas. Sin embargo, aquellos conductores a los que se les retira el carné por orden judicial (y con una condena penal menor de 24 meses,) no tienen que pasar examen alguno. Y esos son, precisamente, «la gran mayoría de los usuarios de estos cursos», afirma el profesor y presidente de la Asociación Valenciana de Autoescuelas, Juan Carlos Muñoz.

Como situación ilustrativa de lo que ocurre en la Comunidad, doce centros -de la Asociación Valenciana de Autoescuelas- realizan esta formación en la provincia de València. La entidad gestiona los cursos -cuya cuantía establece el Estado- para evitar que el negocio sea para unos en detrimento de otros. El 80% de los conductores que realizan la formación han perdido el carné por conducir bajo los efectos del alcohol. Sin embargo, «ningún curso acabará con un problema de alcoholismo. Un curso no cambiará nada para el que tiene una adicción y conduce, pero la DGT tiene este tema aparcado», explica Muñoz que recalca que el certificado médico que ahora exigirá la DGT a los conductores reincidentes por alcoholemia «ya está contemplado en la ley. La DGT debería exigir un informe de la UCA (Unidad de Conductas Adictivas) sobre ese paciente, antes de devolverle el carné de conducir. Los profesores vemos muchos alumnos que sabemos que van a reincidir, que volverán a sentarse en la misma mesa pagando el mismo curso. Pero como no somos facultativos no tenemos voz ni voto. En otros países no es así», recalca.

La clase que el pasado jueves daba Juan Carlos Muñoz en una de las autoescuelas AVAE, junto a la sede de Tráfico en València, mostraba una radiografía de la situación que describe. De los 18 alumnos, 15 (un 80%) estaban allí por alcoholemia.

De esos 15, cuatro también dieron positivo en el consumo de drogas. El resto había consumido alguna sustancia, pero los sistemas y la normativa aún tienen camino que avanzar en este terreno. «El año pasado solo hubo siete retiradas de carné en los juzgados solo por drogas. El alcohol está muy regulado, con sus mínimos, pero las drogas no y además, el usuario debe presentar síntomas evidentes del consumo», recalca Juan Carlos Muñoz.

El responsable asegura que el curso se centra «en empatizar» con los usuarios porque la temática es común y aborda todos los tipos de infracciones. «Deben comprender que estar aquí es una suerte porque lo contrario es un accidente con muertos. Eso es un antes y un después. Deben concienciarse que pueden beber y hacer lo que quieran... pero deben dejar el coche aparcado. Así de sencillo».

Por eso, entre otros motivos, Muñoz afirma que la normativa que regula el carné por puntos «ha tocado techo» tras diez años de su puesta en vigor. «El carné por puntos ha dado resultados (de 4.000 accidentes mortales en carretera se ha pasado a 1.600), pero necesita una revisión y un reciclaje porque vemos problemas reales que no se superan con un curso», explica Juan Carlos Muñoz.