Arroz, música y pistolas de agua fueron ayer los ingredientes principales del tradicional Festival de Paellas fogueril que tiene lugar en el parque Lo Morant. Alrededor de 6.000 personas, repartidas en grupos formados por barracas y hogueras, se dieron cita desde primera hora de la mañana en este parque alicantino con la chispa que acorta el camino hacia el fuego de la noche de San Juan y una paellera en la mano lista para preparara el plato estrella. Lo que comenzó como un concurso de paellas en los ochenta, luego se acabó convirtiendo en la «excusa gastronómica» que hoy día sirve a los pertenecientes al mundo de las Hogueras para pasar una jornada de convivencia como la de ayer.

Miles de foguerers se sumaron al pistoletazo de salida hacia una meta que reside en el veinticuatro de junio, a la que le preceden multitud de actos. Representantes políticos, entre los que se encontraban Gabriel Echávarri, alcalde de Alicante, y Natxo Bellido, portavoz de Compromís, también estuvieron presentes en el acto, que comenzó a menguarse en torno a las 18:30 horas.

La Bellea del Foc y sus Damas de Honor arrancaron a las doce del mediodía un recorrido oficial de visita por las barracas y hogueras que habían reservado un hueco en Lo Morant para colocar sus carpas, sillas y mesas. En la cabeza de este pasacalles sonaba la música de la charanga Conchita's Band, que saltaba de un ritmo «despacito» a un «baile del serrucho» mientras las máximas representantes de la fiesta alicantina les seguían el compás.

Los más pequeños calmaban el calor del buen día que amaneció ayer con el agua de las fuentes, vestimenta playera y la recarga de sus pistolas de agua. Mientras, los adultos ponían a calentar el caldo de un arroz que no era el único protagonista: algunas parrillas ventilaban un humo con olor a chorizo y sardinas.

La complejidad del calendario que se presenta hace que mayo albergue de manera atípica este festival, celebrado habitualmente durante el próximo mes. Antes de tiempo, y de forma anecdótica, también ha llegado este año algún foguerer que, con la ambición de tener un sitio estratégico en el parque, acudió hasta tres días antes al lugar para «delimitar» con cinta adhesiva el que ayer sería su espacio. Los días grandes de Hogueras están a la vuelta de la esquina.