La mañana de ayer presenció un gran número de personas en la calla San Mateo de El Pla, aunque la inmensa mayoría concentradas en un solo tramo de la vía. El mercadillo, situado a pocos metros, se llevó la otra dosis de afluencia. Y en el centro de la concurrida zona un grupo de comerciantes esperaban haber podido estar más presentes en la solidaria celebración que se estaba llevando a cabo junto a la Plaza de Pío XII: una pasarela en favor de distintas ONG.

La Asociación de Comerciantes Pla-Carolinas, en colaboración con la concejalía de Comercio del Ayuntamiento de Alicante y varias ONG, celebró ayer una «Pasarela Solidaria», la primera edición de una actividad llevada a cabo para dinamizar y dar visibilidad al comercio de la zona y que transcurrió pues entre luces y sombras. En el tramo de la calle habilitado para la ocasión, una alfombra roja ocupaba parte de la calzada para dejar desfilar a voluntarios que lucían ropa y accesorios de diferentes tiendas del barrio que habían decidido colaborar con la celebración.

A las 10:00 horas comenzaba el movimiento con la apertura de una serie de carpas donde varias asociaciones, entre las que se encontraban «Lola busca nueva imagen» o «APNEA» (Asociación de padres con niños especiales de Alicante), montaban estands informativos y recaudaban fondos a través de la venta de merchandising. La jornada también arrancaba con un mago que hacía de las suyas a los presentes y una charanga que ponía música a las calles del barrio.

Todo esto pasaba en el tramo habido entre la esquina más cercana a la Plaza Pío XII y el cruce con la calle Dato Iradier. Y pese a que esta zona gozaba de «la iluminación» dada por una afluencia considerable, el resto de la calle San Mateo parecía permanecer en la sombra.

«Teníamos preparados productos por valor de cien euros para venderlos en el acto y donar el beneficio, pero no se nos ha posibilitado estar presentes en la zona de las carpas», reivindicó Luis Delgado, encargado de Pro-Bell, una tienda de productos de peluquería situada a tan solo unos metros de la pasarela. Este comerciante criticaba, en concordancia con Yagüe decoraciones, otra tienda vecina, que el acto se hubiese celebrado exclusivamente en un pequeño tramo de la vía, que permanecía en su totalidad cortada al tráfico: «sin poder estar presentes y estando alejados, no conseguimos ganar visibilidad».

Otros comercios de la zona consultados, separados del foco del evento, también aseguraban no haber notado un incremento del flujo de clientes. Por el contrario, la Zapatería Gázquez Bravo, contigua a las carpas instaladas, lucía un cartel de lleno continuo. «Espero que la próxima vez que hagan esto me manden a alguna compañera», bromeaba desbordada Belinda, trabajadora del establecimiento.

Pese a las luces, las sombras y la diversidad de opiniones habidas, «el desfile de moda» ha dejado sin duda un buen sabor a quienes realizan una fantástica labor. «Me parece que es una forma genial de darnos a conocer al barrio y a al numeroso grupo de personas que han pasado por aquí durante la mañana», explicó Nika Santamaría, una de las componentes de APNEA.