Sólo se toma la Primera Comunión una vez en la vida. Es lo que deben pensar las familias que tiran la casa por la ventana a la hora de celebrar esta ceremonia, también en Alicante, que pagan entre 2.000 y 3.000 euros, e incluso más, por convites que más parecen los de una boda ya que un ágape numeroso por sí solo puede superar esa cifra dado el precio de los cubiertos. En otros casos se organizan fiestas con más de 200 personas, con animación infantil, monitores, música, juegos, magia y hasta hinchables; despliegue de vestidos, con uno de ceremonia y otro para mudar para que, sobre todo las niñas, puedan jugar después sin romperse el de organdí; listas de regalos; y viajes a parques temáticos y a Eurodisney.

«Es una pena que en un momento tan importante como es el de recibir a Jesús en la eucaristía, los niños puedan estar pensando más en los regalos. Es algo que recalcamos a los familiares. También hablamos con los niños, y creo que ellos lo tienen claro y que es más cuestión de los padres. Puede hacerse una celebración con dignidad pero sin despilfarro», afirma Ramón Egío, deán de la Concatedral de San Nicolás de Alicante.

Un templo tradicional donde «la celebración religiosa se cuida mucho. En algunos casos hay comuniones excesivas pero en otros no, al menos aquí no son las mayoritarias, son más de tono familiar, con una participación cada vez más activa de los niños, en la lectura y en las peticiones, con actuación de coro cantado».

Más de 7.500 niños hicieron la comunión en las parroquias de la Diócesis Orihuela-Alicante en 2016. El Obispado no proporciona el avance del año en curso pero se prevén cifras similares en una circunscripción donde la preparación para tomar la Primera Comunión es de tres años, por lo que los niños suelen protagonizar esta ceremonia en torno a los diez años, más mayores que en otras comunidades autónomas.

Sea como sea, las comuniones cada vez se están sofisticando más y ya no se preparan con unas pocas semanas. A estas alturas, en las tiendas apenas hay vestidos. En la sección de ceremonia infantil de El Corte Inglés de Alicante prácticamente se han agotado, lo mismo que en tiendas tradicionales como Marieta. Y es que la comunión comienza a prepararse cada vez con más antelación, hasta un año antes para planificar cada detalle.

Los vestidos suponen una de las partidas económicas más importantes. Porque ya no es sólo uno. Cada vez más familias adquieren dos, el de ceremonia, y un segundo para que la niña pueda cambiarse y jugar más cómoda en los hinchables, otra moda a la sombra de las comuniones, cada vez más demandados ya que las ludotecas se desplazan hasta los restaurantes donde se celebran los convites con magia y animación infantil.

«No son el 100% de las familias pero cada vez más mamás se llevan un segundo traje para que las niñas no se estropeen el de comunión», explican desde el centro comercial, que ha tenido vestidos en un amplio abanico de precios, desde 180 euros a 500 euros, y por encima los de diseñadores.

En cuanto a las líneas, triunfan las notas de color, rosas o grises en los fajines, florecitas, «algún vestido corto o con pantaloncito. Los más clásicos con jaretes y puntillas son sobre todo para colegios, clientes de hace muchos años, como los Jesuítas y Altozano».

Algunas grandes tiendas han creado este año un servicio integral de comuniones, con vestidos y trajes, oferta de peluquería para niñas y mamás, viajes y lista de regalos. «Cada vez hay más demanda así que en el departamento de Comuniones se facilita la información». También ofertan servicio de ludoteca que se traslada al lugar donde se hace la fiesta.

En cuanto a los regalos, en las listas hay de todo, desde juguetes a bicicletas, libros y regalos electrónicos como móviles, tabletas y ordenadores para una generación digital desde que nace. También está al alza la compra de regalos por internet.

Variedad de precios y estilos

En las tiendas exclusivas de comunión del centro de Alicante existe también variedad de precios. Desde vestidos de encaje especiales de 1.200 euros, a otros «preciosos también por unos 600», explica Carmen Vicent, de Marieta, donde se ofertan diseños de lencería pura, con bainicas a mano, y otros vintage, más largos, «que se han vendido muy bien». Y de estilo intermedio, «limpio y depurado, con jaretes hechos a mano, de hilo».

En esta tienda también han tenido demanda de segundos vestidos para evitar desgarrar los de ceremonia en los convites. Asimismo hay establecimientos más especializados en el segundo traje, algunos de princesas, pero otros en color, de flores, y hasta con pantalón cortito «para usarlos en las colchonetas y que las niñas puedan jugar. Además, las mamás los quieren para que los lleven en las comuniones de los amiguitos y puedan usarlos en otros eventos», asegura Patricia Verdú, de la firma Monnalisa de Alicante.

En cuanto a los chicos, la moda es más casual, con poco marinerito. «Los niños quieren ir más cómodos, con un traje más divertido, incluso con zapatillas».

Los restaurantes son otro clásico de las comuniones, con menús entre 35 y 45 euros, e infantiles por 20 euros. Muchos establecimientos están copados los fines de semana de mayo por familias que celebran comuniones. Para los más pequeños están de moda las mesas dulces, repletas de tartas y chucherías, y las pastelerías trabajan cupcukes y galletitas elaboradas, con diseños, para regalar. Toda una industria que gira alrededor de la Primera Comunión en la que no podía faltar la sesión de fotos. Para muchos profesionales es uno de los momentos del año con más negocio ya que cada sesión ronda, de media, los 300 euros.

Y los más pudientes reservan hotel aunque es cierto que la crisis aún pasa factura y muchas familias alquilan los trajes o los compran el mercadillo.