No hay tregua en el tripartito de Alicante. Incluso quienes más han porfiado en público por mantener las costuras del ejecutivo que comparten PSPV, Guanyar y Compromís acaban también por explotar. Ayer fue el portavoz del gobierno local y de la formación valencianista, Natxo Bellido, quien abandonó su habitual tono conciliador para arremeter, aunque sin nombrarlos, contra sus dos socios de gestión en el Ayuntamiento. Bellido defendió «la labor diaria de Compromís por conseguir que el cambio de gobierno en la ciudad trajera consigo el gobierno del cambio, un Botànic para Alicante», objetivo que sin embargo reconoció que en la gestión diaria con PSPV y Guanyar,«no se ha alcanzado porque hay quienes sí saben, pero no quieren y quienes quieren, pero no saben». Carga de profundidad.

Bellido se pronunció de esta forma durante un acto político que su coalición celebró en el parque de San Blas para hacer balance de sus dos años de mandato municipal. Y en su discurso dejó más perlas: «En este punto del mandato municipal y con el actual contexto político ni caben actitudes propias de gobiernos de mayoría absoluta, ni cabe inhibirse de la responsabilidad de gobernar refugiándose en posiciones esencialistas, alejadas de lo posible: sólo cabe gobernar gestionando la discrepancia con responsabilidad», evocando así las continuas broncas protagonizadas por miembros del gabinete, entre ellos el alcalde, Gabriel Echávarri, o el edil de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón.

Y aún más: «En Compromís somos la garantía del cambio, a diferencia de otros que parece que ya han tirado la toalla y creen que un gobierno de izquierda es un oasis en el desierto. Algunos ya se resignan, debido a su incapacidad de gobernar la pluralidad, y van regalando la vara de mando a una derecha corrupta, con tics predemocráticos, y que ha llevado a la ruina económica, social y democrática a esta ciudad» ha indicado.

Contra el PP también arremetió el conseller de Transparencia, Manuel Alcaraz: «Veníamos de un pasado terrible en la Comunidad, del autoritarismo y el despilfarro con la que funcionaba el PP y ahora podemos decir que ya no nos da vergüenza ir por ahí y decir que somos valencianos y alicantinos, que esta ya no es la casa de un constructor y sus esbirros». Alcaraz agregó que «estamos inventando un país nuevo, estamos avanzando y estos dos años han sido años de humildad y de paciencia y de aprender a convivir con el PSOE, que debe saber que se ha acabado la inercia del bipartidismo y que gobernar es dialogar».

Al respecto, Alcaraz también se refirió a la situación de la ciudad para subrayar que «quien mejor representa el orgullo del Botànic en Alicante es Compromís».