La sanidad privada de la provincia de Alicante ha hecho de la especialización en el trato cercano y la calidad asistencial dos de sus principales rasgos distintivos, consolidándose cada vez más como un atractivo complemento a las prestaciones que ofrece el sistema público. La oferta incluye desde centros hospitalarios más generales hasta clínicas dedicadas de manera exclusiva a un ámbito concreto de la salud, pasando por los hospitales de titularidad pública pero gestión indirecta. En todos ellos, no obstante, la agilidad en la toma de decisiones y la rapidez en la respuesta a las necesidades del paciente son un elemento de valor característico.

Éstos y otros aspectos de primer orden acerca de la sanidad privada en la provincia se abordaron en la mesa redonda organizada esta semana a INFORMACIÓN, que reunió a 11 profesionales representantivos del sector. El moderador de la cita, el redactor del periódico José María Pumar, lanzó a los intervinientes como cuestión inicial de qué forma consideran que el sector de la sanidad privada contribuye al acceso a servicios sanitarios al conjunto de los ciudadanos. El primero en tomar la palabra fue Manuel Navarro, de Vinalopó Salud, la empresa que gestiona los hospitales de Elche-Vinalopó y Torrevieja, pertenecientes al sistema público. Recordó que «casi un tercio del gasto en sanidad del país es en el sector privado», el cual es «imprescindible» y además «no está tan encorsetado» como el de gestión pública. A su juicio, «tiene buen presente y mejor futuro».

Por su parte, Asunción Martínez, del Centro Dermatológico Estético de Alicante, destacó «la inmediatez en la asistencia y la inversión en nuevas tecnologías, más rápida que en la sanidad pública». En este sentido, Enrique Chipont, de la clínica oftalmológica Oftálica, se preguntó «cómo iría el país» de no estar presente el sector, a lo que añadió que, en ese hipotético caso, el sistema sanitario estaría «colapsado», ya que «no sería suficiente para dar cobertura a todo el mundo».

Mientras tanto, el gerente de Grupo Vithas Alicante, José Luis Pérez, señaló que más de siete millones de personas en España «han optado por seguros privados», a los que hay que sumar «dos millones de funcionarios» que pueden optar también por ser atendidos en centros privados. Se trata, dijo, de «muchos miles de pacientes que se acercan a recibir prestaciones por accidente, pólizas u otras situaciones no cubiertas por la sanidad pública», a los que hay que ofrecer «estándares de calidad y seguridad que nada tienen que ver con otros segmentos». Al respecto, Manuel Navarro recalcó que «lo que más valoran los ciudadanos es la inmediatez en la asistencia», una afirmación apoyada por José David Zafrilla, representante también de Vinalopó Salud, quien además recordó el «éxito» de la colaboración público-privada a través de fórmulas como la gestión indirecta.

En ese punto, Concha Giner, directora médica de Clínica Vistahermosa, hizo hincapié en que «nadie cuestiona la sanidad pública» pero, en cambio, «¿por qué la privada sí?», se preguntó. Agregó que «no tenemos que pedir perdón por existir», ya que los recursos con los que cuentan «nos los pagamos nosotros y, además, los ciudadanos están satisfechos». En su opinión, «podría haber mejor entendimiento» entre sanidad pública y privada, ya que «la colaboración por parte nuestra es continua» y «estamos siempre disponibles para lo que la Administración Pública quiera concertar». Para Giner, «si pensaran en el paciente se actuaría de otra manera, pero no lo hacen», y puso como ejemplo de ello que en los últimos años «nos han quitado los planes de choque» para la reducción de las listas de espera.

Adaptados a cambios sociales

Juan Manuel Moreno, también de Clínica Vistahermosa, defendió que en las últimas décadas «han cambiado los modelos sociales y las tecnologías», por lo que quizá «es momento de cambiar la ley y de adaptarla a las necesidades». Sobre esto, José Luis Pérez señaló que «no podemos estar siempre sometidos a cambios y reorientaciones» por parte del poder político, «que a veces no sabemos muy bien a dónde van». Al hilo de esto, Rosa Ruiz, directora de Comunicación y Marketing del hospital Quirónsalud de Torrevieja, incidió en que «necesitamos un gran pacto de estado y dejar de dar bandazos» en torno al tema.

Ruiz recalcó que «tenemos un objetivo común, que es la sanidad, por lo que necesitamos un marco común que defina las reglas de juego, con estrategias de inmediatez y calidad». María del Carmen Sánchez, del Centro Médico Dental Benalúa, agregó que en especialidades como la salud bucodental hace falta especialmente «un convenio como el que existe en otros países, donde la sanidad pública costea algunos tratamientos». En su opinión, la inexistencia de esta fórmula en España «ha dado lugar a la aparición de clínicas "low cost", con lo que ello implica sobre el paciente de manera negativa en cuanto al bajo nivel material y de personal» que puede haber en esos centros.

En este tema intervino también María Luisa Brotons, de Grupo Ballesol, quien insistió en «la necesidad de colaboración público-privada en la atención sociosanitaria» como forma de aliviar la carga de trabajo de centros de salud y hospitales. Expuso que «lo más importante son las personas», y que «se nota un incremento de calidad de vida de los pacientes de nuestros centros y de sus familiares». Por ello, consideró que los conciertos «pueden ser una vía de futuro para adaptarnos a nuevas necesidades y nuevas vías de actuación». Brotons se refirió al envejecimiento, al igual que José David Zafrilla, quien recordó que la mayor presencia de pacientes mayores obliga a realizar más esfuerzos, y contribuye, en su opinión, a que el Sistema Nacional de Salud tenga un problema de «sostenibilidad».

Enrique Chipont apuntó, por su parte, que los centros privados «estamos obligados a estar a la última» para no quedar obsoletos y porque el propio paciente lo demanda. En este sentido, Rafael Bernabeu, director del Instituto Bernabeu, hizo hincapié en que «el perfil del paciente ha cambiado», y ahora es él quien «al venir es como si te estuviera examinando». A su juicio, la sanidad pública «nació con unos fines determinados», como el de mantener la salubridad de la población, con vistas sobre todo a la mano de obra, «pero ahora la sociedad ha cambiado y lo que se requiere es nivel de salud». Al respecto, añadió que «muchos de los que vienen no están enfermos en sí, sino que quieren estar mejor».

Teniendo en cuenta este factor, José Luis Pérez consideró que «lo primero que necesitan los pacientes es cercanía, facilidad para acceder a nosotros y para mantener después un contacto. Y también inmediatez; el trato es fundamental y por ello hay que poner en él todo el empeño». Manuel Navarro tomó el testigo y destacó que la demora de los dos hospitales gestionados por Vinalopó Salud «es un tercio que la del resto», en parte gracias a la agilidad para tomar decisiones a la que había aludido al principio. Rosa Ruiz recogió estas palabras e incidió en que «la cercanía aún debe verse incrementada» como rasgo distintivo, más aún teniendo en cuenta que «en los hospitales públicos es más complicado» lograr ese objetivo.