La admisión por el Juzgado de Alicante de la oferta del gigante Intu Eurofond en el proceso de liquidación de la sociedad gestora del complejo de ocio Panoramis ha dado un giro copernicano a lo que puede ser el futuro del centro, hundido desde hace años y que ahora empieza a ver la luz al final de túnel, aunque todavía no se hayan abierto los sobres con las ofertas de los propietarios del parque Xanadú de Madrid, del grupo de empresas del presidente del Hércules, Juan Carlos Ramírez y la de la familia Vilaplana de Alcoy.

La experiencia y el músculo económico (Intu prevé invertir más de mil millones de euros en sus centros en los próximos años) le dan ventaja, en un principio, sobre las ofertas locales basadas principalmente en la experiencia gastronómica «gourmet». De hecho, los dos inversores alicantinos intentaron hasta el final que el Juzgado no admitiera la propuesta de Intu, un movimiento que deja claros sus temores para afrontar una operación que, no obstante, todavía tiene su recorrido.

El Administrador Judicial es el que tiene ahora la última palabra, porque será quien decida cuál de las tres ofertas es la mejor. Una vez comunicado el ganador al Juzgado los otros dos aspirantes podrán igualar o superar la oferta del vencedor pero éste tendrá a su vez derecho de tanteo. Se produciría una especie de subasta como ocurrió con la adjudicación del antiguo Sidi San Juan.

Por su parte, el grupo de empresas de Ramírez carece de experiencia en la gestión de centros comerciales y la familia Vilaplana cuenta con un hotel. La respuesta, en no más de tres o cuatro meses.