La Volvo Ocean Race emprenderá una nueva singladura tras la edición de este año, que comenzará en Alicante el próximo 22 de octubre. Es un cambio radical en el formato de la Vuelta al Mundo a Vela por Etapas, que tiene como finalidad «reforzar el atractivo de la competición, que cuenta con 44 años de antigüedad, para los regatistas profesionales, armadores, patrocinadores, socios, ciudades sede y aficionados», tal como anunciaron ayer sus organizadores en la presentación oficial del futuro de la regata. Un acto que congregó a la prensa internacional en la sede de Volvo en Gotemburgo. Se trata de una «rompedora visión para más allá de la próxima década», en palabras de Mark Turner, director general de la regata.

Lo primero que cambian son los barcos, que serán un poco más pequeños que los actuales, pasando de 65 pies a 60 y seguirán siendo monocascos, -que era la gran incógnita que había planteada desde hace varios meses-, pero con la incorporación de foils (una especie de pequeñas «alas» añadidas al casco), que les hará practicamente volar sobre el agua. En este sentido, Mark Turner explicaba que «tendremos tres cascos, pero no como os los debéis haber imaginado», haciendo referencia a la difícil decisión que han tenido que tomar entre optar por un monocasco o un multicasco para las etapas oceánicas. Este es otro de los cambios importantes, puesto que cada equipo contará no solo con un barco, sino con tres; ya que entrarán en competición los catamaranes voladores para las regatas costeras. Con esta innovación Turner indicaba que «seguimos fieles a nuestro ADN como una regata oceánica, pero ahora también llevaremos a los mejores regatistas del mundo a su límite en las regatas costeras».

Además, habrá un tercer barco por equipo, que serán los que se utilizan actualmente, y que realizarán una Vuelta al Mundo paralela, con una tripulación mixta de profesionales y amateurs. Un proyecto enfocado hacia los patrocinadores, y que formará la parte central de un programa de desarrollo de liderazgo y de rendimiento, trasladando el aprendizaje extraído de la regata al mundo de los negocios.

Ayer también se dieron a conocer otros aspectos importantes para el futuro de la regata, como el de la sostenibilidad, a través de la campaña Mares Limpios de Naciones Unidas, destacando desde la organización que «la plataforma de sostenibilidad es esencial para el posicionamiento de la regata en el futuro».

El cambio radical de la Volvo Ocean Race pasa por llevar a cabo actividades de la regata todos los años. El Consejo de la Volvo Ocean Race ha pedido a la dirección de la regata que estudie la viabilidad de cambiar la competición a un ciclo de dos años. «Ese proceso todavía está en curso, pero lo que ya es cierto es que en el futuro habrá alguna actividad relacionada con la regata todos los años. Este plan supone una clara evolución con respecto a la situación actual, en la que hay un vacío de más de dos años entre una edición y la siguiente».

«La Volvo Ocean Race siempre ha sido el mayor reto para un equipo y con estos cambios, que en su conjunto son los más radicales desde que empezó la regata en 1973, estamos llevándola a un nivel superior», enfatizaba Mark Turner.