«Las habitaciones del Hospital General de Alicante no están adaptadas para minusválidos». Ésta es la respuesta que afirma haber recibido la alicantina Ainoa Morejón a principios de esta semana cuando acudió al centro hospitalario acompañando a su padre que sufre una minusvalía del 80% y que ha sido operado de piedras en el riñón. El padre de Ainoa va en silla de ruedas y al ser ingresado «vimos que le resultaba imposible entrar al baño con la silla de ruedas porque con las dos camas no había hueco para entrar», señala la joven, para añadir que «una vez dentro te encuentras con que los baños no están adaptados. Hay que ayudar a mi padre a pasar de la silla al váter porque solo no puede. Como las duchas no están adaptadas también hay que ayudarle a ducharse. No me parece normal que en un hospital no haya habitaciones adaptadas pero eso es lo que me dijeron cuando protesté por la situación. Entiendo que el Hospital sea antiguo pero creo que esto es importante».

Ainoa Morejón ha puesto una queja en el servicio de Atención al Paciente «pero solo hemos conseguido que le pasen a una habitación solo donde al menos pueda entrar con la silla al baño». Esta habituación se encuentra en el módulo de seguridad «porque no tenían habitaciones individuales en otro sitio». La joven también se queja de la falta de dotaciones para personas como su padre. «Por su minusvalía tiene que dormir con varias almohadas. Yo las pedí pero me dijeron que no tenían suficientes, así que he tenido que traerme yo tres de mi casa para mi padre.