El balance global de la creación y supresión de aulas para el curso que viene en la enseñanza concertada en la provincia tiene un saldo negativo para el sector. Las previsiones de Educación, centro a centro, implican la supresión de 33 aulas en todos los niveles de la enseñanza, aulas que se quedan sin la subvención actual y que afecta mayoritariamente al primer nivel de Infantil, con niños de 3 años, que es la puerta de entrada a la enseñanza y pierde 11 aulas, así como al de Bachillerato, donde la pérdida suma 9 aulas.

Los motivos alegados por el equipo que preside Vicent Marzà para suprimir hasta 33 aulas el curso que viene en los centros concertados de la provincia apuntan a extremos que desde el sector de la concertada consideran «aleatorios» y «complicados para contrarrestarlos con alegaciones».

El rechazo a las aulas viene acompañado, en cada centro, con su correspondiente motivación: que la escolarización en la zona ya la cubren los centros de enseñanza pública existentes; que no se cumple la ratiola ratio establecida de alumnos por aula; que la matrícula del colegio en cuestión no justifica la necesidad de dichas aulas; que la demanda de las familias no acredita el crecimiento solicitado; o bien, que está prevista la supresión progresiva de aulas y, por lo mismo, se acabará extinguiendo el concierto.

Ante la supresión de aulas, el sindicato mayoritario de la enseñanza concertada en la provincia, Fsie, añade dentro del «apartado de recortes para el curso próximo» otras 51 aulas, que son las que Educación no ha admitido y que los centros han solicitado como de nueva creación porque consideran que disponen de suficiente demanda.

Solicitudes

En realidad, los centros de la provincia han solicitado crecer en hasta 58 aulas en total, pero la conselleria solo ha admitido 7 de ellas que incorpora al concierto, de ahí que el saldo final sea de 51 aulas no admitidas.

Las de nueva creación confirmadas por el departamento del conseller Vicent Marzà corresponden a las dos aulas para niños de 3 años que el curso pasado Educación suprimió al colegio Jesuitas de Alicante; la del ciclo de Formación Profesional Básica que también perdió el colegio San José de Alicante; otra de FP Básica en el San José Artesano de Elche; un ciclo de FP de grado superior en El Campico de Jacarilla; una aula de ESO en el Juan XXIII de Alcoy; y otra de Primaria en el Sagrada Familia de Elda.

El vicesecretario general de Economía y Políticas Sociales del Partido Popular de Alicante, Juan de Dios Navarro, dirigió ayer sus críticas a la política educativa del Consell apreciando que «la educación debe ser una prioridad para la Generalitat y no lo es, salvo para recortar aulas de la concertada e imponer el valenciano», en referencia al decreto de plurilingüismo que este grupo político ha recurrido en los tribunales.

Discriminación

Navarro reclama además «igualdad en el trato a la concertada, para que también tengan profesores nativos de inglés», y exige al Consell que incluya a estos centros en el programa «para evitar más agravios y discriminaciones a la concertada de los que ya sufre».

La vicepresidenta del Consell, Mónica Oltra, replicó ayer mismo a esta demanda señalando que los centros concertados son muy libres de contratar a los profesionales que consideren, como sucede con el resto de docentes, y que si los contratara el Consell se le podría acusar de «ingerencia».

Por otra parte, en su condición de diputado autonómico en las Cortes, Navarro preguntará al conseller Marzà «por qué no ha pagado ni un euro a los colegios desde el 1 de enero -información publicada por este diario el viernes-, y a qué destina la Administración esos fondos pendientes».