La iglesia y el monasterio de la Santa Faz vuelven poco a poco a la normalidad tras el susto del pasado fin de semana, cuando se produjeron actos vandálicos en su interior. Con la colocación del cristal blindado que protege la hornacina donde se alberga el paño sagrado se cierra un capítulo de la historia que ha conmovido a la ciudad, ya que podía haber afectado a la venerada Reliquia alicantina.
El Obispado Orihuela-Alicante informaba que ayer mismo se procedió a sustituir el vidrio que fue rayado con un punzón y en el que se dibujaron símbolos satánicos: un triple seis y una cruz invertida. El hecho de que el cristal fuera blindado impidió que el acto vandálico llegara a afectar a la Reliquia.
El nuevo protector mejora al anterior, según apuntaron fuentes del Obispado, puesto que es más resistente a los actos vandálicos que pudieran producirse y, además, está dotado de sensores que poseen una mayor sensibilidad.
La iglesia de la Santa Faz amaneció el domingo con siete cruces invertidas y el cristal donde está la Reliquia alicantina rayado con un triple seis y también con una cruz puesta del revés. Todo ello se enmarca dentro de los signos considerados satánicos.
La Policía Científica acudió el domingo para tomar huellas y agentes de la Brigada Provincial de Información de la Comisaría de Alicante detuvieron el lunes a una menor de 16 años que fue identificada por las cámaras de seguridad, a pesar de que se tomó la molestia de ponerlas mirando a la pared.
La Diócesis explicaba ayer que el lunes se reunieron en el monasterio con la Comunidad de Hermanas Clarisas, el ecónomo Diocesano, el deán del Cabildo de la Concatedral de San Nicolás y los técnicos responsables de la empresa de seguridad.
Según la Diócesis, «se ha revisado el estado del sistema de vigilancia y seguridad que protege la santa reliquia y se ha verificado, por parte de la empresa de seguridad, que tanto los sensores como las cámaras de vigilancia se encuentran en perfecto estado».
Desde el Obispado resaltaron que «en todo momento se ha contado con la disponibilidad y apoyo del Ayuntamiento de Alicante, que, como copatrono de la Santa Reliquia, ha permanecido informado sobre el tema».
