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Marisa Navarro: «Para ser feliz hay que practicar el egoísmo positivo»

Para esta psicoterapeuta la felicidad -la nuestra y la de los demás- empieza por querernos a nosotros mismos

Navarro: «Para ser feliz debes practicar el egoísmo positivo»

¿Qué es el efecto tarta?

Consiste en practicar el egoísmo positivo para ser más feliz y hacer más felices a los demás. A mi consulta vienen pacientes que no se cuidan, que no se quieren y no se dan lo que necesitan, por lo que están decaídos o deprimidos. Después de dejarles hablar siempre les dibujo una tarta y les digo que a partir de ahora el primer trozo se lo comen ellos y el siguiente lo repartan. Lo que quiero decir es que lo que ellos no se den no se lo va a dar nadie y si no tienes alegría o felicidad no puedes dársela a quienes te rodean. Si quieres dar a los demás lo primero que tienes que hacer es recibir. Así, el libro está lleno de mis recetas sencillas para quererse un poco más.

¿Puede enumerar algunas de estas recetas?

Debemos estar atentos a nuestros pensamientos, sabiendo cortar la película de pensamientos negativos; hay que poner la atención en lo positivo, porque siempre dramatizamos y pensamos en negativo; hay que aprender a ver la inocencia en el otro, hay que ver bien a los demás porque siempre estamos en alerta. Otra de las claves es que esperamos siempre a que nos vengan las ganas de hacer cosas, cuando hay que hacer las cosas para que despierte la emoción. También te puedes cuidar con el ejercicio, sus beneficios para la salud emocional son enormes...

Aconseja ser egoísta, ¿no corremos el riesgo de que nos critiquen?

A veces está mal interpretado. Jesus dijo que debemos querer al prójimo como a nosotros mismos. En esta sociedad parece que tengamos que querer al prójimo más y eso no funciona. Si tú no eres feliz, lo demás no funciona. Cuando uno empieza a quererse y cuidarse todo cambia: mejoran las relaciones de pareja, con los hijos... Aunque al principio la gente proteste, los que te quieren van a estar muy felices de que te comas tu trozo de tarta. Cuando estás feliz te conviertes en una persona medicina y todo el mundo quiere estar a tu lado. Se trata de un egoísmo positivo.

¿Qué relación tiene la felicidad con los bienes materiales?

Una vez cubiertas las necesidades básicas la felicidad es algo muy personal y acaba siendo una actitud ante la vida. Uno puede ser feliz con cualquier cosa. Para unos es quedarse en casa leyendo, para otros otro irse de marcha... son tan personales esos momentos y no tienen casi nunca nada que ver con las cosas materiales, sino con lo que te gusta hacer, con tus dones, con la sonrisa de tu hijo con los pequeños detalles.

¿Por qué nos cuesta tanto ser felices aun teniéndolo todo?

Porque estamos inmersos en una sociedad competitiva donde nos introducen la idea de que si no tenemos tal cosa no seremos felices. Si no tenemos un coche una casa... estamos siempre en la carencia, en lo que no tenemos. Nos lo inculcan desde pequeños y eso se traslada a lo largo de la vida y nos pasamos la vida buscando lo que no tenemos. Es una sociedad de consumo que nos educa en esto. Pero cuando le preguntas a la gente qué le hace feliz, nadie te habla del barco o de su chalé. Te hablan de compartir una cerveza con los amigos o la sonrisa de su hijo... sin embargo, siempre estamos en lo que nos falta y de ahí viene el sentimiento de infelicidad.

¿En quién debemos fijarnos para ser felices?

En los niños. Tenemos que recuperar el juego, la capacidad de sorprendernos, la forma de mirar de los niños, su curiosidad, el que los enfados se pasan enseguida, no como los adultos, que podemos estar enfadados varios días.

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