Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Sudar como los neandertales

Aficionados a la gimnasia natural se entrenan en Alicante utilizando piedras, troncos de árboles y otros elementos del entorno

Sudar como los neandertales

Levantan troncos y piedras para trabajar la fuerza y el equilibrio; escalan árboles y corren descalzos. En una era de runners, clubes deportivos y bicicletas que pueden llegar a costar lo mismo que un coche, en Alicante está comenzando a surgir un movimiento de amantes del deporte que reclaman una vuelta a los orígenes, a una manera más simple de mantenerse en forma.

«Hemos hecho del deporte algo muy business, muy competitivo y muy específico. A partir de los 6 años apuntamos al niño a tenis o a fútbol, nos centramos en un deporte concreto. Y así seguimos cuando somos adultos, corremos, andamos o nadamos, cuando realmente el cuerpo ofrece muchas más posibilidades», señala David Fernández, licenciado en Ciencias del Deporte, quien ha importado a Alicante la denominada gimnasia natural, un movimiento que nació en Bélgica hace un siglo y cuya práctica sigue estando muy extendida en este país.

Como si de hombres de neandertal se tratase, quienes practican la gimnasia natural se sirven de cualquier elemento de su entorno para mantenerse en forma. «Corremos por todo tipo de superficies: arena, agua, asfalto; escalamos por árboles, rocas y muros y cargamos peso con piedras o troncos de árboles. También trabajamos técnicas de rescate cogiéndonos en brazos unos a otros». Y es que esta disciplina implica una vuelta a los orígenes. «Cuando un adulto prueba escalar un árbol se sorprende de la sensación tan placentera que produce el desafío y el contacto con la madera. Despiertas partes de tu cuerpo y de tu mente que estaban dormidas y haces un ejercicio responsable, con el que te lesionas menos».

De esta forma, la ciudad se convierte en un inmenso tatami en el que practicar todo tipo de ejercicios en contacto estrecho con el entorno y utilizando todos los elementos que hay alrededor. Sin embargo, Alicante no ofrece, a juicio de David Fernández, todas las posibilidades que una ciudad de su tamaño podría albergar. «La ciudad está diseñada de un modo esquemático y no hay recursos para hacer actividades físicas. Los parques están pensados para los niños y para los abuelos, pero no para que los adultos puedan utilizarlos para hacer deporte». En Bélgica, cuna de este movimiento «hay muchos parques que cuentan con instalaciones para que la gente haga ejercicio». Se trata de reivindicar la ciudad como un espacio para vivir y no como un mero sitio de paso. «Aquí al final te obligan a apuntarte al gimnasio porque las alternativas son escasas».

El minimalismo es otro de los pilares de la gimnasia natural. Todo se practica sin material adicional, sin suplementos alimenticios. La filosofía es que menos es más. Las zapatillas de deporte, por ejemplo, se quedan en casa y para correr se usan unas sandalias de suela muy fina, o directamente se va descalzo. «El hecho de ir sin calzado hace que tu forma de correr cambie, el pie se adapta, se hace más fuerte y se previenen lesiones», señala David Fernández. Este precursor de la gimnasia natural en Alicante reconoce entre risas que «jamás seremos patrocinados por un gimnasio o una marca deportiva». Y es que, a su juicio, el fisioterapeuta o los suplementos alimentarios «están sólo indicados para cuatro deportistas de élite».

Compartir el artículo

stats