La medicación y la cirugía acaparan el grueso de los efectos adversos que un paciente puede sufrir en un hospital. Así se ha puestode manifiesto durante la primera jornada del 17 Congreso de la Asociación Española de Gestión de Riesgos Sanitarios y Seguridad del Pacientes, Aegris, que se celebra hasta el sábado en el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante. Los expertos estiman que en una de cada diez hospitalizaciones, el paciente sufre un efecto adverso, cifra que se eleva a una de cada cien cuando se trata de consultas de atención primaria, señaló ayer José María Ruiz, presidente de Aegris.

Los hospitales son cada vez espacios más tecnológicos y esto no contribuye tampoco a que los errores desciendan. «Herramientas como la receta electrónica o la historia digital facilitan mucho el trabajo, pero no están exentas de fallos», cree Ruiz. Pese a los avances en seguridad de los últimos años, las cifras no descienden. «Se han hecho muchos logros a nivel parcial -para evitar por ejemplo infecciones en la UCI o caídas en las habitaciones- pero falta una estrategia global que lo unifique todo y en la que se cuente con el paciente». Y es que para Ruiz hay aspectos que no se tienen en cuenta actualmente y que son fuente de incidencias. «El paciente se lleva las medicinas a su casa y eso en ocasiones genera no pocos problemas».

El presidente de Aegris también echa en falta una mejor comunicación entre el profesional y el paciente y entre los propios profesionales, «ya que deja mucho que desear». Por último, Ruiz recuerda que el 30% de las pruebas que solicitan los médicos para sus pacientes «son innecesarias», lo que no contribuye a que la situación mejore.