El aeropuerto de Alicante-Elche cumple hoy sus primeros 50 años consolidado como quinto de España y 14 de Europa en tráfico y siendo un «motor» de empleo con 6.000 personas que trabajan directamente en el interior de la terminal. Se cumple el 50 aniversario desde el primer aterrizaje de un avión procedente de Madrid un 4 mayo de 1967.

Desde entonces el aeropuerto ha sufrido dos grandes transformaciones para convertirse en una de las terminales más modernas de España con capacidad para mover 20 millones de pasajeros al año pero con una gran asignatura pendiente, la falta de conexión ferroviaria con Elche, Alicante y Benidorm, ciudad a la que llega el 50% de los pasajeros que arrancan sus vacaciones en la Costa Blanca.

El aeropuerto ha sido clave para el desarrollo turístico de la provincia desde principios de los años 70. Hasta la inauguración de la terminal chárter (1972), los turistas que llegaban desde Londres aterrizaban en Valencia y desde allí llegaban a Benidorm en autobús.

Cincuenta años han pasado desde que el entonces ministro del Aire, José Lacalle, y el obispo Pablo Barranchina, daban, un jueves como hoy, la bienvenida, civil y eclesiástica, al primer vuelo comercial de la historia del aeropuerto en El Altet (hasta entonces Alicante se servía de la base militar de Rabasa). Un avión Corvier Metropolitan de la compañía Aviaco que llegó desde Madrid el 4 de mayo de 1967, año en el que por el aeródromo pasarían 80.677 pasajeros y se movieron 3.764 aviones. El vuelo duró 90 minutos, el doble de lo que tardá hoy un moderno reactor en cubrir los 500 kilómetros que separan El Altet de Barajas.

Cincuenta años después, la previsión de Aena es que el aeropuerto supere este ejercicio 2017 los 13 millones de pasajeros y cerca de 90.000 aviones. Hoy jueves por la terminal pasaran 47.430 pasajeros en 277 aviones rumbo a Gran Bretaña, Rusia, Alemania, Bélgica, Noruega?. Y también Madrid, desde donde hace 50 años despegara el ya desaparecido Corvier Metropolitan que aterrizó en El Altet en una mañana de fiesta en Alicante y con Pilar Leal La Viña, primera pasajera del aeropuerto como recogió Isidro Vidal en las páginas de INFORMACION el viernes 5 de mayo de 1967. Curiosamente, el primer vuelo también fue un jueves. El 1 abril de 1968 comenzarían las líneas regulares Alicante-Madrid y Alicante-Barcelona.

El aeropuerto que abrió sus puertas en 1967 se completaría con una terminal chárter en 1972 y con varios edificios hasta que en 1996 se acometería la primera gran ampliación con la construcción de una segunda terminal hoy utilizada para aviación general y vuelos privados. Tras ésta, en 2007 arrancaría la construcción de lo que desde la primavera de 2011, hace seis años, es un nuevo aeropuerto.

El arquitecto y diseñador de la terminal actual fue Bruce Fairbanks, quien junto a su equipo, desarrollaron toda la obra basándose en dos conceptos: la arquitectura bioclimática y la funcionalidad. La inversión total del plan de ampliación desarrollado entre 2004 y 2011 asciende a 570 millones de euros, de los cuales 384 millones se invirtieron en la terminal.

El aeropuerto dispone desde entonces de una sala de facturación con una superficie de 15.500 m2. Además, 148 mostradores de facturación, 42 puertas de embarque, 21 pasarelas y 25 cintas de recogida de equipajes. Cuatro mil doscientas plazas de aparcamiento y una zona reservada para la llegada del TRAM y/o el ferrocarril, la gran asignatura pendiente.

Antes del aeropuerto actual, Alicante disponía de la base aérea de Rabasa, que se había creado con fines militares durante la Guerra Civil. La base había sido utilizada por la aviación comercial de manera irregular y con bastantes dificultades debido a una serie de condiciones desfavorables (viviendas muy próximas, accesos difíciles).

De Rabasa a El Altet

Las instalaciones de Rabasa se quedaron obsoletas debido a la imposibilidad del aterrizaje de grandes aeronaves y del potencial de tráfico por el «boom» turístico. Se eligió una llanura cerca de los núcleos ilicitanos de El Altet y Torrellano, es decir, en el mismo lugar donde estuvo emplazado el primer campo de vuelos exclusivamente civil que hubo en España, propiedad de la empresa francesa Lignes Aeriennes Latécoére. Dicha compañía lo utilizaba como escala de sus correos con Dakar (Senegal) a principios del siglo XX. Desde el año 1927 su uso corrió a cargo de la compañía Aeropostale, precursora de Air France.

El aeropuerto se inauguró en 1967 y pronto dejó de estar dirigido por militares. Desde entones ha tenido cinco directores. Francisco García Hortal, Jaime Santa Pau, Mariano Menor y Santiago Martínez-Cava, que el 1 de junio dará el relevo a Tomás Melgar, que llega desde Menorca.