El párkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa más frecuente y aunque de momento no se espera a medio plazo una cura para esta dolencia, en el mercado han aparecido en los últimos años fármacos que palían sus síntomas. También la alimentación contribuye a que los enfermos tengan una mejor calidad de vida, como puso de manifiesto esta semana Ana Aguado, vocal de Alimentación del Colegio de Farmacéuticos de Alicante, quien dio una charla en el Club INFORMACIÓN sobre la alimentación más adecuada para los enfermos de párkinson. El acto estuvo organizado por la Asociación Párkinson de Alicante.

La primera regla, según Aguado, es que la dieta debe ser «equilibrada y no descuidar ningún tipo de alimento», ya que son personas enfermas que deben recibir todas las vitaminas y nutrientes que necesita el organismo.

El problema es que determinados alimentos pueden interferir con algunos medicamentos. Es el caso de la proteína, «que al digerirla se convierte en aminoácido y puede influir en la efectividad de determinados medicamentos», señala la responsable del Colegio de Farmacéuticos. Aguado aconseja en este sentido tomar la dosis mínima de proteína recomendada para un adulto -0.8 gramos por kilo de peso- pero consumirla mejor durante la cena, para que interfiera menos con la medicación.

Para disminuir los problemas de estreñimiento que padecen los enfermos de párkinson es aconsejable beber muchos líquidos y aumentar las dosis de fibra presente en la verdura y los cereales integrales. Aguado también recuerda la importancia de seguir una dieta «baja en grasas saturadas y colesterol, ya que la grasa enlentece la digestión y provoca una menor absorción de los medicamentos». Además, es conveniente que los pacientes tomen cantidades suficientes de calcio y vitamina D, para evitar la osteoporosis «porque son enfermos propensos sufrirla y porque debido a su falta de coordinación de movimientos tienen una mayor propensión a las caídas y se pueden romper huesos». Si hay problemas para tragar «el médico debe recomendar que se usen espesantes para los líquidos», aunque tambien es conveniente «lubricar bien los alimentos para que sean fáciles de masticar y acompañarlos siempre de salsas».