La moción de censura contra el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, anunciada ayer por Unidos Podemos nacó abocada al fracaso tras el rápido «portazo» con el que respondieron el PSOE y Cs, aunque la formación morada afirmó estar decidida a seguir adelante, aún sin el apoyo del resto de grupos. No lo necesitan, ya que según el reglamento del Congreso la moción de censura para exigir la responsabilidad política del Gobierno debe ser propuesta al menos por la décima parte de los diputados, es decir 35 y Unidos Podemos tiene 67.

Esos números le dieron pie al portavoz del PP, Rafael Hernando, para responder: «¿A qué están esperando?, ya están tardando», señaló tras invitar a Podemos a dejar de hacer el «ridículo» porque España «no está para charlotadas» sino para «cosas serias». Al cierre de esta edición, solo Compromís respaldó sin paliativos la iniciativa anunciada por el líder de Podemos, Pablo Iglesias, para desalojar a Rajoy de la Moncloa y hasta ERC puso condiciones al avanzar que solo la apoyaría si se facilita el camino al referéndum en Cataluña; mientras el PDeCAT y el PNVpidieron «seriedad» a Podemos.

La formación morada y sus confluencias sostuvo que ante la «grave situación institucional» es su «obligación ética» hacer todo lo posible para acabar con la «descomposición» y la situación de «emergencia democrática» que ha provocado la corrupción del PP. Así lo aseguró en una rueda de prensa en el Congreso tanto Iglesias como el líder de IU, Alberto Garzón, y los portavoces de En Comù Podem, Xavier Domènech, y de En Marea, Antón Gómez-Reino, tras anunciar la apertura de una ronda de consultas con otros partidos y con la sociedad civil para preparar esa moción de censura. Poco antes de esa rueda de prensa se habían puesto en contacto con algunos de los que pretendían que fueran sus interlocutores.

Críticas de PSOE y Cs

Iglesias llamó al presidente de la gestora socialista, Javier Fernández, y habló después con su portavoz Mario Jiménez con la intención de cerrar un encuentro; así como con el secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, y el portavoz de Jueces para la Democracia, Ignacio González.

El PSOE solo esperó unos minutos para responder por boca de su portavoz en el Congreso, Antonio Hernando, quien acusó a Iglesias de actuar «con la misma mala fe y falta de rigor» con la que hace un año anunció un gobierno de coalición y terminó votando contra Pedro Sánchez. «Entonces nos engañó, ahora no nos va a engañar, la respuesta es no», dijo Hernando sentenciando al fracaso la moción de censura.

Si algo logró Podemos una vez más es que todo el PSOE, sin distinción entre sus candidatos, se revolviera contra lo que vieron como un intento de Iglesias de golpearles e interferir en su proceso de primarias.

En Podemos lo negaron, y aunque admitieron que les sorprendió la «virulencia» con la que reaccionaron los socialistas, les pidieron «recapacitar».

Al igual que el PSOE, Cs no tuvo dudas: no secundarán «ningún número de circo» a los que acostumbra Podemos, según el secretario general del partido, José Manuel Villegas. De momento, Podemos no ha presentado candidato alternativo a Rajoy a la espera de como transcurran sus contactos.