Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Lío con el protocolo en el Camarín

La Alcaldía rompió con la tradición y quiso impedir el acceso de los concejales del PP al recinto sagrado

El deán Ramón Egío media entre el alcalde y Barcala (al fondo) para el acceso de toda la Corporación a la hornacina. vbueno@epi.es

La intercesión del deán de la Concatedral de San Nicolás, Ramón Egío, y del propio concejal síndico encargado de abrir este año el camarín de la Santa Faz, el socialista Carlos Giménez, favoreció ayer que el lío generado por el protocolo municipal en el acceso al recinto sagrado, -en el momento de extraer la Reliquia original para exponerla ante los fieles y celebrar la Santa Misa-, acabara con un final feliz.

Ediles del PP de la Corporación municipal, que entraron en el recinto sagrado antes de que llegara el alcalde tras el recorrido de la Peregrina, se vieron «desalojados» -en palabras del portavoz popular, Luis Barcala- porque este año la Alcaldía ha decidido que solo entraran al Camarín quienes tuvieran una tarjeta naranja y a los ediles del PP no se les facilitó. De hecho, en el listado de Protocolo al que tuvo acceso el propio Barcala «no figuramos ninguno de nosotros, pero sí muchos asesores del equipo de gobierno», ironizó exponiendo su malestar. Afirmó estar sorprendido porque nunca antes se les había pedido acreditarse. «No tenía sentido que por primera vez se hiciera así. Ha sido molesto y feo».

Ramón Egío, en representación de la Iglesia, deshizo el entuerto con una exquisita habilidad diplomática, tras hacer saber a Protocolo que lo que dictan los cánones al respecto es «el acceso de la Corporación municipal al completo, que tiene derecho a estar, además de autoridades de nivel provincial o superior que estuvieran presentes, y los curas si entramos bien y si no, no pasa nada», afirmó.

Egío quiso en todo momento quitar hierro al asunto. «Entiendo, porque ha sido así, que muchas veces los pasos de competencias de gabinetes de protocolo no se hacen con todos los papeles escritos, y es posible que hayan recibido unos papeles que no correspondían al protocolo habitual», explicó a instancias de este diario. El representante eclesiástico insistió en que su proceder se había limitado a «recordar el protocolo habitual, y no ha habido ningún inconveniente. Concretamente la propia responsable ha dicho de inmediato que había que remediarlo».

Pese a estas explicaciones con las que el deán siguió haciendo gala de su diplomacia, para achacar finalmente lo sucedido a «un simple malentendido», desde el propio entorno de Gabriel Echávarri, negaron que se hubiera desalojado a nadie del Camarín, dando a entender que todo había sido debido a que como el alcalde tardaba en llegar del recorrido con la Peregrina, los ediles del PP habían salido del Camarín para esperar su llegada y poder dar comienzo al acto de la extracción de la Reliquia. Sin embargo, otros miembros del equipo de Echávarri reconocieron que se había decidido no permitir el acceso de todos los ediles alegando que no pueden entrar «miles de personas» al Camarín. Con evidente malestar señalaron que, como el sacerdote lo había permitido, «entró todo el mundo».

Compartir el artículo

stats