El intento de los cuatro hijos del expresidente de la CAM Vicente Sala y de María del Carmen Martínez por llegar a un acuerdo para repartirse tanto el entramado empresarial como el patrimonio familiar y separar así sus caminos ha fracasado después de casi cuatro meses de conversaciones. Unos contactos que se han venido desarrollando con discreción desde poco después del asesinato de su madre, quien fue tiroteada el pasado 9 de diciembre en un negocio de la familia regentado por su yerno Miguel López, principal sospechoso de su muerte y contra quien el hijo mayor de la víctima está ejerciendo la acusación particular.

Una situación complicada que, unida al enfrentamiento previo que se venía manteniendo en el seno de la familia por el control de la empresa de los plásticos base del holding familiar (considerado por el juez, el fiscal y la Policía el móvil del crimen) hacía difícil que se pudiera llegar a un entendimiento que, al parecer, se alcanzó en la primera semana de abril y se rompió la víspera de firmarlo.

La división

El acuerdo arrancaba con la valoración de Samar Internacional (la mercantil del plástico), que realizó Deloitte previa conformidad de los dos bandos en conflicto, el primogénito por un parte y las otras tres hijas por la otra. Una vez tasada la sociedad, Vicente Sala Martínez compraba su parte a sus hermanas y éstas, a su vez, se quedaban con los negocios de automoción: Novocar, donde fue asesinada María del Carmen, y Solmar, dedicado alquiler de vehículos. El patrimonio inmobiliario se repartía en cuatro lotes, uno para cada uno de los cuatro hermanos.

Fuentes conocedoras de estos contactos, que llegaron a celebrarse casi a diario en jornadas maratonianas, explicaron que cuando parecía que se había alcanzado el acuerdo, hasta el punto de que Vicente Sala estaba realizando las gestiones bancarias necesarias para hacer frente a la compra de las participaciones de sus hermanas, dos de ellas (Antonia y Mar) comunicaron a los abogados que hasta ese momento y a lo largo de todo este proceso les habían venido representando que les retiraban los poderes y que nombraban en su lugar a un letrado de Valencia, quien de momento no se ha pronunciado.

Mientras portavoces de Vicente Sala aseguran que únicamente faltaba rubricar el convenio ante el notario, desde el bando de las tres hermanas no sólo afirman que era prematuro para hablar de un entendimiento sino que responsabilizan a su hermano de la ruptura por haberse negado a firmar los avales necesarios para conseguir la flota de vehículos del negocio del rent a car.

Una garantía que se cifra en torno a los 19 millones y que hasta ahora había venido prestando Samar pero que en esta ocasión formaba parte de ese pacto global que, al no haberse formalizado, ha dado al traste con un apoyo financiero que coloca al borde del cierre a Solmar y en una situación delicada a sus 80 trabajadores, salvo que la mercantil se acabara vendiendo.

Los portavoces antes citados se preguntan por qué las tres hijas de María del Carmen Martínez, con mayoría suficiente en la sociedad patrimonial «y sabiendo como saben desde hace tiempo que eran precisas esas garantías», no han convocado una junta extraordinaria de socios en la que, incluso con el voto en contra de su hermano, habrían dado luz verde al aval. «Tal vez no lo han hecho porque no querían responder con su patrimonio», apuntan, en alusión a la parte de la sociedad patrimonial que les corresponde.

«Compensación ridícula»

Aunque no han trascendido las cantidades que se han barajado en estas negociaciones ni si éste ha sido el motivo por el que las tres hermanas (una de ellas, Fuensanta, casada con el sospechoso) han decidido romper estos contactos y encomendarle a otro letrado las negociaciones, fuentes de esta parte calificaron de «ridícula» la compensación ofrecida por Vicente Sala a las tres hermanas por sus participaciones en Samar. Estas fuentes agregaron que el valor de la mercantil «supera los seis dígitos, lo que no se ve reflejado en las cantidades que ha puesto sobre, además de que no se ha tenido en cuenta todo el tema fiscal», explicaron.