«Errar es de humanos, y eso he hecho yo, equivocarme. Equivocarme en el momento de materializar una decisión que hacía tiempo estaba tomada y que por unas cuestiones u otras no acababa de ejecutarse». Así comenzaba el escrito que el alcalde de Alicante, Gabriel Echávarri, colgó ayer por la tarde en su página de Facebook a colación de la destitución de esta semana de Catalina Rodríguez, técnico interino de museos y cuñada del popular Luis Barcala. En el comunicado, el alcalde de Alicante asumió que se equivocó en el momento a la hora de despedir a Rodríguez y, además, admitió que la denuncia interpuesta por el PP en Fiscalía hacia su persona aceleró esa destitución.

El primer edil no tuvo reparos en sentenciar que la interposición por parte del portavoz del PP, Luis Barcala, de una denuncia frente a él por «prevaricación administrativa» con los contratos de Comercio precipitó el cese de Catalina Rodríguez. Echávarri afirmó que su error radicó en el «momento de materializar la decisión», pero matizó que ésta «hacía tiempo que estaba tomada y que por unas cuestiones u otras no acababa de ejecutarse». En este sentido, quiso aclarar que ésta no fue una resolución «de venganza, sin motivo alguno, ni una decisión aleatoria, caprichosa ni arbitraria», ya que era una decisión que estaba tomada tiempo atrás y que no se había llevado a cabo por varias circunstancias como el debate de la ciudad, Navidad o la elaboración de los presupuestos.

Asimismo, se referió al cese de Rodríguez como el de «personal interino del Ayuntamiento de Alicante, que ocupa puestos en fraude de ley y que accedió al mismo sin superar un proceso selectivo (que no de selección) público y abierto donde primara la igualdad, el mérito y la capacidad». Echávarri denunció en el comunicado que Catalina Rodríguez llevaba siete años trabajando en el Ayuntamiento sin haber aprobado unas oposiciones.

Por otra parte, el escrito desliza que la destitución de la cuñada de Barcala no será previsiblemente la última y recuerda que existe una decena de personas en la misma situación (sic) «de hijos, primos, cuñados, vecinos o íntimos amigos de políticos del PP». En este sentido, esta petición de cese del citado grupo de personas es unánime por parte de los sindicatos. «O al menos lo era», manifesta el comunicado.

En torno a estas irregularidades, Echávarri afirmó que «no podíamos atravesar el ecuador del mandato manteniéndolas, pero a veces el corazón vence a la razón y hace saltar los planes y los plazos, sobre todo cuando ves que una persona interpone una denuncia (a mi entender, falsa)».

Duras acusaciones

En el escrito, el primer edil aseguró que Barcala alardea de la denuncia impuesta en Fiscalía diciendo «sé que no hay nada, pero esto va a hundir al alcalde y a su familia» y «a ver si ahora tiene cojones el alcalde de pasear por el centro de Alicante con sus hijos como si nada».

La noticia del cese de la cuñada de Barcala ha provocado diversas reacciones, como la del concejal de Cultura, Daniel Simón (Guanyar), que ha defendido y elogiado la labor de la destituida Catalina Rodríguez.

El secretario general de Podemos en Alicante, Pascual Pérez, exigió ayer la dimisión inmediata del alcalde al llevar a cabo «represalias políticas inadmisibles».