Pese a la fallida reunión del pasado martes y a las intenciones, ya públicas, de Ikea de buscar también una ubicación en otros puntos de la provincia, el tripartito de Alicante no da por «perdida» la llegada de la multinacional del mueble a la ciudad. O al menos ese mensaje quiso transmitir ayer tras la reunión de la comisión municipal de Ikea, convocada de urgencia después de que la empresa sueca cancelara, de manera unilateral, la reunión prevista con el equipo de gobierno en Madrid y a la que el alcalde, Gabriel Echávarri, anunció que no acudiría.

En el encuentro de ayer, el equipo de gobierno y la oposición (PP y Ciudadanos) acordaron las cifras que se plantearán a Ikea en la próxima reunión entre ambas partes. El tripartito propondrá a la multinacional la posibilidad de que se instale en Rabasa junto con un centro comercial anexo de, como máximo, 40.000 metros cuadrados, la mitad de los 80.000 metros cuadrados que la empresa sueca defendió en la única reunión desde que el tripartito llegó al Ayuntamiento de Alicante.

Según explicaron ayer tanto el vicealcalde y concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón (Guanyar), como el portavoz municipal, Natxo Bellido (Compromís), el equipo de gobierno ya tenía «una voz única» y era que un macrocentro comercial de 80.000 metros cuadrados (como se planteaba en el proyecto inicial de la ATE ya desestimada) era «inasumible para la ciudad». Tanto el rechazo a esta postura como la propuesta -puesta sobre la mesa ayer por el PP- de permitir una superficie comercial de 40.000 metros cuadrados como máximo (similar a lo que ocuparía la propia tienda de Ikea), lograron ayer el consenso de todos los grupos políticos del Ayuntamiento, incluida una oposición que, pese a admitir ese acuerdo, valoró desde otra perspectiva el encuentro.

El PP, según explicaron sus ediles Luis Barcala y Carlos Castillo, aportó a la comisión los informes que realizó en mayo de 2015, antes de las elecciones municipales, como alegaciones a la ATE de Ikea. «Nosotros hemos puesto sobre la mesa la propuesta porque el tripartito no tiene ninguna estrategia», apuntó Barcala, quien consideró que existe «un 95 %» de probabilidades de que Ikea haya renunciado definitivamente a implantarse en la ciudad de Alicante.

Por su parte, desde Ciudadanos, la concejala Yaneth Giraldo valoró que el tripartito «recule» finalmente, acepte negociar y «abandone su postura dogmática de 'Ikea sí, macrocentro no'».