Todo a punto para la Santa Faz. El monasterio acogió ayer por la mañana el ensayo de la apertura del camarín que contiene la querida Reliquia de los alicantinos, un trámite que se solventó sin incidentes, aunque con alguna que otra anécdota, y que permitió que algunos afortunados fieles pudieran tocarla y besarla días antes de que se celebre la romería.

Como dicta el protocolo, a la cita acudieron dos ediles del Ayuntamiento -uno de ellos como suplente- encargados de custodiar dos de las cuatro llaves que abren la urna. Las otras dos llaves las guardan las monjas clarisas de la Santa Faz, ayer por la mañana representadas por Sor Expiración y Sor María Clara.

El edil socialista Carlos Giménez fue el encargado de introducir las dos primeras llaves en las cerraduras, no sin dificultades, para saber en qué cerraduras encajaban cada una de ellas.

Tras unos minutos de pruebas, el guión se cumplió y el testigo pasó al capellán de Santa Faz, José Luis Casanova. Ante un silencio sepulcral de las decenas de personas que estaban en el camarín observando el ensayo, Casanova introdujo las dos llaves que faltaban y abrió la urna que custodia la reliquia que tanta devoción despierta entre los alicantinos. En ese momento comenzó a sonar una estridente alarma, que alertaba de que algo ocurría en la urna que guarda el tesoro más preciado del monasterio. «La hemos dejado conectada a propósito», aclaró más tarde Casanova. Las lluvias caídas hace unas semanas en el caserío provocaron daños en el monasterio y tras unos ajustes en el sistema de alarmas, ayer se aprovechó para comprobar que todo funcionaba con normalidad.

De nuevo con el camarín en silencio, Casanova sacó la reliquia a petición de algunos fieles allí congregados que querían besarla y aprovechó para recordar a aquellas personas que el próximo jueves no van a poder estar en la romería por dificultades o problemas de salud. «Que la Santa Faz les lleve el consuelo y la paz».

Por segundo año consecutivo el edil socialista Carlos Giménez ejerce de concejal síndico de la Santa Faz. «Es un honor y es de agradecer que hayan confiado en mí», señaló Giménez, al tiempo que invitó a los alicantinos «y a los vecinos de otras comarcas y en general de la provincia a que acudan a la romería, porque no sólo es un día religioso, sino festivo».

Finalizado el ensayo, el capellán de Santa Faz destacaba la cada vez mayor afluencia de fieles al caserío no sólo el día de la romería. «Esto ya abarca una semana entera». Mientras, el templo era ayer un continuo entrar y salir de personas que acudían a contemplar la Reliquia. «Venimos de Madrid y pensábamos que la romería se celebraba este jueves, así que hemos decidido venir aunque sea hoy para verla dentro de la urna», señalaba un matrimonio dentro del camarín.