El alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, realizó ayer una férrea defensa de su proyecto para ampliar la Explanada. «Vamos a sacudirnos provincialismos, y muchas veces paletismos y vamos a ser ambiciosos y a pensar más allá de mañana», señaló ayer el regidor en su apuesta por una iniciativa personal que presentará ante la sociedad alicantina el próximo martes. «Es un proyecto con todas las especificaciones técnicas, que cuenta con el visado del Colegio de Arquitectos», continuó el alcalde, quien concretó que el «túnel» que incluía el primer boceto era el «germen» del actual proyecto, que apuesta por un puente para salvar la bocana del puerto y unir los muelles de Levante y Poniente. «El plan busca acabar la movilidad de la ciudad porque, además, contempla finalizar la Vía Parque, la Gran Vía, hacer el puente hacia Elche y derribar el 'scalextric'», continuó ayer el alcalde antes de visitar el mercadillo de Babel.

Según Echávarri, la iniciativa que ya conoce el presidente de la Autoridad Portuaria, Juan Antonio Gisbert, es una «infraestructura estratégica y de ciudad para los próximos 80 años y con el que Alicante pasaría de ser una capital de una grandísima provincia, a ser una grandísima capital europea», añadió el regidor socialista, quien sostuvo que este tipo de planes «son las cosas que marcan el futuro de la ciudad de Alicante».

Echávarri no dudó ayer en mirar a la capital autonómica, en unas palabras destinadas a la Generalitat. «Si València tiene un puente atravesando el Puerto, y se hizo para un día, la Fórmula 1; ¿por qué no puede tenerlo los alicantinos para cambiar el futuro de la ciudad?», se preguntó el socialista, quien relativizó el coste del proyecto, cifrado en unos 82 millones. «El proyecto tiene unas fases fijadas para seis años. El puente costaría unos 30 millones, el TRAM unos 20 y lo demás es urbanización, pero esto se hace de forma plurianual», señaló Echávarri, quien admitió que la idea no seguirá adelante si no cuenta con el consenso de la ciudad.