Alguien tan mediterráneo como Félix García Lozano, nacido en el barrio del Raval Roig de Alicante, frente al mar, no podía dejar de echar de menos su tierra natal, «esa calidez de nuestras playas, aparte de que echamos en falta a la familia y a los amigos». Así que cuando tienen un hueco vuelven a Alicante, «estoy muy vinculado a mi tierra, al Raval Roig, y cuando puedo hago gala de mi alicantinismo». Sin embargo, reconoce que en Ávila han encontrado gente buena, noble y trabajadora, que les han acogido muy bien. «Estamos fenomenal pero tira mucho la tierra», admite.