La asociación Diversitat ha puesto en marcha el primer observatorio valenciano contra los delitos de odio por motivos de orientación sexual e identidad de género. Este recurso tendrá carácter autonómico y su objetivo es la asistencia de personas que hayan sufrido una agresión o incidente de odio por motivos de orientación sexual e identidad de género.

El acceso a la asistencia será a través de un teléfono y medios telemáticos, como correo electrónico e internet, y pondrá en contacto directo a víctimas con un equipo de atención psicológica y jurídica especializada que brindará atencion ininterrumpida durante todo el año. La Universidad de Alicante colaborará en la recogida y análisis de los datos de agresiones e incidentes de odio contra la población LGTBI.

Según datos de Diversitat, en la Comunidad Valenciana se cometen cerca de un centenar de agresiones e incidentes de odio al año muchas de las cuales no se denuncian por miedo a revelar la identidad o recibir represalias. Solo en Alicante durante 2016 se registraron 22 agresiones a personas lesbianas, gais, bisexuales y transexuales. En lo que va de año llevamos 11 consultas por agresión.

Con esta iniciativa Diversitat pretende luchar contra el fenómeno de la infradenuncia. Según Toño Abad, director del Observatorio valenciano "la situación que se produce con el miedo a denunciar por no sentir comprensión por parte de los funcionarios, la normalización de la violencia que sufren las personas LGTBI, el sentimiento de culpa muy asociado a la vítima del delito de odio o no querer ser públicamente reconocido por tu orientación o identidad, provocan que muchas víctimas tengan miedo a denunciar". Esta situación, según Toño Abad "produce que el delito de odio sean delitos penales que en su mayoria quedan impunes, reforzando precisamente el agresor frente a la víctima. Como sociedad debemos dar una respuesta y una atención personalizada a las víctimas".

El equipo, formado por un psicólogo especialista en intervención social y una abogada experta en delitos de odio, realizará un acompañamiento integral a las víctimas a lo largo de todo el procedimiento policial -tanto de denuncia- como judicial, si se produjera juicio penal o civil. Según Toño Abad, "lo que nos encontramos a la hora de realizar el acompañamiento son personas destrozadas que sienten que parte de la culpa de la agresión es debido a ellas, a su aspecto, expresión, orientación o identidad. Esto es producto de una sociedad que presiona para que entremos en los cánones de la normalidad, y cuando algo sale de ese esquema es atacado. Nuestro trabajo es recomponer a estas personas y darles herramientas, sensación de acogimiento y acompañamiento para que puedan denunciar sin miedo ni temor".

La mayoría de delitos de odio ocurren en entornos cercanos: escuelas,centros de trabajo, el barrio , etc, siendo además el agresor conocido de la víctima, por lo que el miedo a la represalia es aún mayor. En ese sentido, la actividad del observatorio se centrará también en la realización de campañas para la sensibilización y la educación, intentando prevenir la violencia y erradicar la homofobia, la bifobia y la transfobia.

Según los datos que maneja Diversitat, la mayor parte de las agresiones son físicas y verbales, pero también psicológicas, de discriminación en entornos laborales o en centros educativos, de acoso, hostigamiento y amenazas. Según Abad, "a veces la violencia es de baja intensidad pero mantenida en el tiempo, lo que a la larga produce crisis de ansiedad, depresión y situaciones emocionales cuya reparacion es muy complicada". Por ello el asesoramiento psicológico es esencial y formará parte de todo el proceso a través de la atención especializada.