El Domingo de Resurrección es para muchos sinónimo de salir al campo a comerse la mona. Pero para quienes tienen más complicado salir de la ciudad para disfrutar en familia de la jornada y degustar el dulce típico de la Pascua por antonomasia en estas tierras también hay alternativas. El Tossal ha sido siempre un punto de escape para muchos de estos alicantinos, que pueden pasar un día al aire libre sin salir de la ciudad. Aprovechando esta circunstancia, y con el ánimo también de poner en valor tradiciones propias de estas fechas que corren riesgo de perderse, la concejalía de Educación organizó una jornada lúdica para niños y mayores, en la que no sólo se pudo disfrutar de la tarde a los pies del castillo de San Fernando, sino también practicar juegos tradicionales como tirar de la cuerda, rayuela, las chapas, carreras de sacos y tres en raya, entre otros. Decenas de personas se sumaron a la singular iniciativa.

La concejal de Educación, María José Espuch, expresó su satisfacción por la buena acogida de la actividad, recordando que «éste es el lugar al que los alicantinos que somos ya algo mayores veníamos este día y donde hacíamos juegos como éstos».

En otras zonas de la ciudad, como la playa y alrededor del caserío de la Santa Faz, se reunieron también cientos de familias para participar en una jornada lúdica y festiva en plena naturaleza, aprovechando, además, el buen tiempo.