El Consell y el Ministerio de Fomento han llegado a un acuerdo para crear una comisión de trabajo que revise la Ley de Costas con el objetivo de acabar con los agravios que se producen en la franja litoral de la Comunidad Valenciana a la hora de autorizar actividades en las playas, construcciones e instalaciones provisionales de negocios como los populares restaurantes-chiringuitos, prohibidos sobre la arena de las playas de la Costa Blanca pero autorizados, por ejemplo, en la Costa del Sol, zona que compite con el mismo producto que la provincia de Alicante, el turismo de sol y playa.

Según los datos que maneja la Agencia Valenciana de Turismo en el litoral de la Comunidad Valenciana hay autorizados bajo el epígrafe chiringuito en torno a 70 establecimientos, de los que 46 están en la provincia de Alicante, 16 en Valencia y el resto en Castellón. Cifras oficiales que durante la temporada alta se multiplican, como mínimo por dos, dadas las autorizaciones que conceden los ayuntamientos. Por ejemplo, sólo en la costa de la Vega Baja abren más de 45 en verano en Torrevieja, Orihuela-Costa y Guardamar. Negocios que suelen ser polémicos en función de la autorización que reciben y que, además, suelen ser foco de las críticas de muchos usuarios de las playas. Al ser provisionales, no siempre cumplen con la normativa que sí se exige, por ejemplo, a los chiringuitos retranqueados a los paseos marítimos.

En la Playa de San Juan de Alicante se produce, en este sentido, desde hace años, una contradicción «legal». Costas obligó a retirar siete chiringuitos a principios de la década de 2000 que estaban sobre la arena desde los años 60 al acabar la concesión. Pues bien, dos siguen allí debido a que su concesión finaliza más adelante. Un ejemplo puntual que se agrava al compararla con la situación de Andalucía donde Costas es mucho más flexible.

Otro asunto a trabajar es el de la autorización de fiestas en las playas donde se producen contradicciones debido al limbo legal que, por ejemplo, lleva a la Policía Local a multar el consumo de alcohol en la vía pública pero no sobre la arena donde, por ejemplo, se producen fenómenos como el del «botellón» con motivo de la Romería de la Santa Faz, con miles de jóvenes sin control invadiendo la arena en algo que está prohibido, por ejemplo, en un parque.

Para Francesc Colomer, secretario autonómico de Turismo, «éste es un ámbito de trabajo en el que debemos esmerarnos para reconciliar la sostenibilidad de nuestras playas, pero también con la actividad económica que hace posible que nuestro litoral no se vea agraviado con lo que sucede en otras zonas del Estado».

Según Colomer, «la comisión debe ser un espacio de diálogo para llegar a consensos. Hemos trasladado la sensación que tenemos desde la Comunidad Valenciana de interpretaciones distintas de la ley actual con respecto a otras comunidades», subraya Colomer, quien asegura que «esta sensación, que compartimos con todo el sector turístico debería aclararse en una comisión de este calado». En esta línea, el responsable de Turismo hizo ayer hincapié en que «en la protección y el desarrollo de las playas debemos actuar todos de forma coordinada».