El Ayuntamiento de Alicante ha tasado en 2,2 millones de euros los daños que la gota fría de mitad de marzo causó en las partidas rurales de Alicante y en caminos, sobre todo arrastres de las bases de las calzadas, socavones y pérdida de la capa de rodadura en los firmes de las calzadas, así como destrozos en la señalización. Este dinero lo reclamará el municipio al Consell en el marco de los fondos de contingencia habilitados para costear las reparaciones por las fuertes lluvias que cayeron en el municipio y en sus alrededores.
Así lo ha asegurado el alcalde de la ciudad, Gabriel Echávarri, de acuerdo al informe elaborado por técnicos de la Concejalía de Urbanismo, que estiman en dos meses la duración de las obras que habrán de realizarse en las partidas para reparar unos daños que causaron muchas quejas vecinales y una visita a la zona del edil de Medio Ambiente, Víctor Domínguez, para comprobar su estado. En esa ruta, el concejal recorrió acompañado por vecinos el Moralet, la Cañada y la Alcoraya, donde las carreteras quedaron en pésimas condiciones.
Las asociaciones de vecinos le reclamaron un asfaltado en condiciones, una mejor iluminación y medidas para que los desperfectos no vuelvan a reproducirse. «Antes de las últimas lluvias los caminos tampoco estaban muy católicos, pero al menos se podía pasar», dijeron los afectados.
El informe de los técnicos detalla destrozos en al menos ocho calles de la Alcoraya; una decena en La Cañada; tres en Serreta; una docena en Moralet; cuatro en Villafranqueza; seis en Vistahermosa; tres en Villanueva; una decena en Valle Grande Oeste; siete en la zona del Camino del Ventorrillo; tres en El Rebolledo; y otra decena de viales por el Pla de Xirau, así como el camino Canal de Vallonga. «Esto está dando lugar a que los núcleos de viviendas se queden sin accesibilidad tanto a los vecinos como para los vehículos de emergencia, y causando accidentes a peatones y vehículos a motor, con las consiguientes reclamaciones patrimoniales», reza el informe técnico, que asimismo se hace eco también de quejas, denuncias y reclamaciones de los propietarios de las viviendas y de usuarios por el mal estado de las vías y su peligrosidad.
