A estas alturas del curso, a punto de afrontar la última evaluación en los institutos de Secundaria -en cuanto se vuelva de las vacaciones de Semana Santa y Pascua, los aproximadamente 17.000 alumnos del último curso de Secundaria en centros tanto públicos como concertados de la provincia no saben todavía con cuántas asignaturas suspensas, ni cuáles, les permiten obtener el graduado escolar y pasar a Bachillerato o a Formación Profesional.

«No es poca cosa -subraya el máximo representante de los directores de Secundaria, de la provincia y del conjunto de la Comunidad, Toni González-. El paso que van a dar todos estos jóvenes es muy importante de cara a su proyección académica, y desde cada centro se les tiene que orientar para que opten por un Bachillerato o por la FP, en función de una reglas que no tenemos a día de hoy».

Sin reválida

Existe una norma base, el Real Decreto de 29 de julio de 2016 del Ministerio de Educación, que sitúa a los centros frente a la evaluación de Secundaria de forma generalizada.

El problema radica en que la inicial reválida o prueba externa específica que la Lomce -vigente desde este mismo curso en cuarto de la ESO- contempla para los estudiantes de cuarto de Secundaria, se ha dejado de momento sin efecto o al menos pospuesta, con motivo del pacto educativo nacional en el que están inmersos los grupos políticos. Esta situación de impasse ha dejado en el limbo la forma de promocionar de los estudiantes cuando acaban la ESO.

Sin ley

La normativa anterior permitía pasar de cuarto de la ESO con hasta tres asignaturas suspensas, pero no está prorrogada, porque el calendario de la Lomce ha entrado en vigor este curso en cuarto de la ESO y la línea la marca el decreto nacional. «Hace falta una orden de evaluación -que las distintas autonomías tienen la obligación de desarrollar- para regular cómo promociona el alumno de cuarto de ESO. Debe fijarse cómo se calcula la nota media de todos los que no tienen que hacer esa reválida de cuarto, para poder acceder a Bachillerato o a ciclos de Formación Profesional», confirman desde la Inspección Educativa.

«No sabemos cómo pueden conseguir el título nuestros alumnos. Falta la orden de evaluación que precise si pasan con dos asignaturas, si una de ellas puede ser el Valenciano, o qué suspensas les obligan a repetir curso», abunda el representante de los directores de Secundaria en Alicante ciudad, José Antonio Perelló.

Esta situación conduce, como aprecia la profesora y experta en psicopedagogía, Laura Oliva, a que los profesionales de los departamentos de Orientación de los institutos de Secundaria estén ahora mismo «desorientados», y las familias y el alumnado «con una incertidumbre muy negativa».

Orientación

Oliva subraya que «en estos momentos hay dos procesos urgentes y fundamentales en todos los centros: la evaluación final y la orientación de los jóvenes al Bachillerato o a la Formación Profesional, y para eso hay que tener claro cómo se les va a evaluar».

De hecho, la Asociación de Directores de Institutos de Enseñanza Secundaria ADIES-PV, que preside Toni González, ha solicitado una entrevista con los responsables educativos para tratar al menos de «resolver las dudas» que la falta de concreción sobre la evaluación de cuarto de la ESO está generando en los centros.

«Lo que pedimos los centros es que la conselleria cierre estas decisiones, algo así como «poner las reglas para que yo pueda evaluar y determinar cada caso. Necesitamos las normas porque las familias también están encima, y preocupadas por las posibilidades del futuro académico de sus hijos», apunta González.

Desde la propia asociación de directores han llegado a «ojear» un borrador sobre esta normativa, pero indican que mientras no haya un documento oficial, y dado que no sería la primera vez que se introducen cambios posteriormente, no se trabaja con ese documento. «Confiamos que se publique lo más tardar este mismo mes y que no haya medidas distintas para alumnos que se dirijan al Bachillerato o a la FP», concreta el presidente.

Para Oliva, finalmente, contar con el proceso de evaluación es tan importante para los estudiantes de ESO como lo es la regulación de la Selectividad para los de Bachillerato «porque se opta por distintos itinerarios, incluso, desde tercero de la ESO», concluye.