La batalla por la terminología de algunas de las calles de Alicante sumó ayer por la mañana un nuevo capítulo. Algunos de los participantes en una concentración contra los nombres franquistas, que han recuperado por orden judicial y tras un recurso del PP 46 viales de la ciudad, taparon la placa de la calle García Morato colocando una pegatina con la designación Miquel Grau. Esta última era la que había decidido el tripartito del gobierno local cuando decidió revolucionar el callejero de la capital en virtud de la Ley de la Memoria Histórica, anulando aquellas denominaciones que, consideró, estaban vinculadas a la dictadura.

Ahora, el comportamiento de esta protesta, organizada por el casal popular Tio Cuc y en la que participó el portavoz adjunto de Guanyar, Víctor Domínguez, supone un desafío al citado auto de la juez que ordenó la reposición expresa de la nomenclatura franquista al sostener que el gabinete de PSOE, Compromís y Guanyar no había aplicado de forma correcta la citada ley. Esas modificaciones no fueron sometidas al pleno del Ayuntamiento.

Domínguez, cuya presencia en la concentración era oficial (venía recogida en la agenda de los concejales del Ayuntamiento para ayer domingo) se desvinculó no obstante de la ocultación de la placa, de la que dijo «no saber nada». «He participado en este acto como un ciudadano más y en cuanto a lo de la pegatina no tengo nada que ver», añadió el edil que de cualquier forma y a preguntas de este diario eludió rechazar lo que había sucedido. Domínguez sí subrayó que «tenemos que conseguir que se cambien los nombres franquistas de las calles de Alicante» y dijo «entender» que pueda existir «malestar en la ciudadanía» por la actual situación del callejero.

Cuando en su día se produjo el auto judicial, Guanyar mostró una actitud distinta a sus socios del tripartito oponiéndose a la decisión de PSOE y Compromís de acatar esa orden del tribunal por temor a un apercibimiento judicial. La coalición, por el contrario, aseguró que prefería una sanción.

Desde que se repusieron, no es ésta la primera vez que se producen agresiones contra las placas franquistas. Sobre todo durante los primeros días de su restitución aparecieron pintadas algunas de ellas, como las que se ubicaron en la plaza de la División Azul o las cuatro de Jaime Niñoles, tiznadas de un spray violeta.