Sin signos de sospecha. Los movimientos que registraron las cuentas bancarias en las que tiene firma Miguel López, investigado por el asesinato de su suegra, no han arrojado datos que no guarden relación con la actividad de las mercantiles que regentaba hasta el pasado 16, cuando los cuatro hermanos Sala Martínez decidieron relevarle al frente de Novocar y Solmar y poner en su lugar al hasta ahora director de estas firmas, como publicó este diario.

A petición del abogado del hijo mayor de la víctima, el magistrado José Luis de la Fuente reclamó la semana pasada a los bancos con que trabaja el sospechoso una información detallada de los movimientos registrados en sus cuentas desde el pasado 19 de septiembre, (cuando se celebró la junta en la que se nombró a Vicente Sala administradoir único del entramado empresarial familiar tras disolverse el consejo de administración en el que estaba su mujer y sus dos cuñadas), hasta su detención el pasado 8 de febrero.

Sobre las 9,30 horas de ayer Miguel López llegó al Palacio de Justicia de Benalúa para su segunda comparecencia semanal en la situación de libertad bajo fianza que se encuentra. Si el lunes pasado acudió acompañado de su letrado, ayer lo hizo con un familiar. Aunque declinó hacer declaraciones sí que realizó un gesto de asentimiento a la pregunta de los periodistas de si era inocente.