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Pavón rechaza de nuevo el centro comercial aunque suponga la marcha de Ikea

El vicealcalde y Natxo Bellido sí abogan por la tienda y creen vital la reunión que celebrarán este mes con los representantes de la multinacional

Los terrenos de Rabasa con pancartas que piden el desembarco de Ikea Héctor Fuentes

Ni siquiera la posibilidad de que Ikea abandone la ciudad de Alicante y se busque el futuro en alguna otra latitud de la provincia, una hipótesis que la multinacional sueca ha comenzado a considerar seriamente tal y como ayer publicó este diario, ha hecho cambiar de opinión al gobierno de la capital. Al menos, de momento. El vicecalcalde y concejal de Urbanismo, Miguel Ángel Pavón (Guanyar), señaló que el Ayuntamiento sigue interesado en la tienda de Ikea (y en todo caso en un área comercial reducida) pero no en el centro comercial. «Es una postura que viene en el programa de gobierno y que, en aras de apoyar al pequeño comercio, no ha cambiado ni un ápice».

Esta posición del edil de Urbanismo ya era conocida, pero cobra ahora más valor porque Ikea no sólo está pensando en buscar otros puntos de la provincia para instalarse, sino porque quiere hacerlo manteniendo el proyecto de 2009 que planteaba 131.000 metros cuadrados repartidos entre una tienda y un centro comercial con hipermercado y medianas superficies. Y es esa última posibilidad de la que Pavón no quiere oír hablar. Y se supone que tampoco el resto del tripartito aunque, a preguntas de este periódico sobre si la posibilidad del macrocentro no se contemplaba en absoluto, el portavoz del ejecutivo y líder de Compromís, Naxto Bellido, se mostró menos taxativo que su socio de Guanyar: «Estamos en la misma línea que siempre» se limitó a decir.

Por su parte, el alcalde, el socialista Gabriel Echávarri, declinó pronunciarse al respecto. Fuentes próximas al munícipe señalaron que hace ya meses que Echávarri quiere desterrar de los cruces públicos de declaraciones este debate precisamente para no entorpecer las negociaciones y evitar que la multinacional sueca apueste definitivamente por marcharse a otros lares.

En cambio, lo que el tripartito quiere es escuchar directamente a los representantes de la mercantil nórdica. Por eso, todo lo emplaza al encuentro que mantendrán con ellos previsiblemente el próximo día 19. En este caso Pavón y Bellido sí que coinciden sin fisuras: «Vamos a celebrar esa reunión durante este mes porque el interés del gobierno es facilitar que pueda haber una tienda de Ikea en Alicante», subrayó el líder de Guanyar. «No vamos a realizar ninguna valoración hasta celebrar la reunión y conocer lo más pronto posible cual es la voluntad de Ikea», señaló por su parte el de Compromís. Bellido agregó que el Ayuntamiento «está abierto al diálogo».

Así que de momento ambos responsables políticos aseguran no mostrarse demasiado inquietos por la posible marcha de Ikea de la capital alicantina. Al menos hasta verse las caras con los directivos de la empresa. A preguntas de este diario sobre si estaba preocupado, Pavón contestó: «No especialmente».

Caso distinto es el de la oposición. Tanto el portavoz del PP, Luis Barcala, como la portavoz adjunta de Ciudadanos, Yaneth Giraldo, responsabilizaron al tripartito de poner en peligro «miles de empleos» con su forma de negociar todo este asunto.

Barcala alertó de que el hecho de que la gran franquicia del mueble valore instalarse fuera de la ciudad «es una desgracia para muchos alicantinos que llevan años esperando la llegada de la empresa porque traería una inversión millonaria y un gran número de puestos de trabajo». Por eso, «el tripartito tiene que espabilar y dejar de marear a las empresas que vienen con proyectos beneficiosos para la ciudad».

Los dos grupos de la oposición creen que en realidad el gabinete municipal ha perdido estos dos últimos años. Así, Giraldo lamentó que «debido a la desidia del tripartito tenemos ahora esta grave incertidumbre; durante dos años el señor Pavón no ha hecho más que marear la perdiz, boicoteando una iniciativa en la que están en juego tantos empleos». La edil de la formación naranja arguyó que el edil de Urbanismo «debe una explicación contundente a la opinión pública y a los ciudadanos».

También para Barcala «este equipo de gobierno lleva casi dos años sin hacer otra cosa que poner palos en las ruedas a cualquier inversión que pueda ser positiva para la ciudad debido a la inseguridad jurídica no sólo del tripartito sino también del Consell; ni uno ni otro tienen un modelo económico y de desarrollo para Alicante». Barcala recordó que «en casi un año la comisión de Ikea, creada a instancias del PP, se ha reunido sólo dos veces».

Según el regidor popular «una ciudad no se puede gestionar a base de ocurrencias como ocurre con el tripartito», por lo que le instó a «aparcar sus constantes enfrentamientos internos y centrarse en intensificar los contactos con la multinacional para que esta inversión no se vaya a otra ciudad que no sea Alicante, donde se está creciendo muy por debajo que en el resto de la provincia o de la Comunidad».

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