«Elegí una torrija salada pensando en mi hija, que prefiere lo salado al dulce, y porque en casa gustan mucho las aceitunas, así que he utilizado las negras de la zona». Luisa ha llegado de León con el primer premio del V Concurso Nacional de Torrijas 2017 bajo el brazo, eufórica y con el sueño de montar su propio restaurante en cuanto se saque el título de grado medio de FP en Cocina y Gastronomía, que ha estrenado este curso el Instituto Canastell de San Vicente del Raspeig.

Si ya es poco corriente que una torrija sea salada, lo de maridarla con un gin tonic roza la exquisitez. Se le ocurrió al profesor de Restauración, Ángel Carbonell, para darle un toque «botánico» al plato.

La laureada autora explica paso a paso ante INFORMACIÓN la elaboración de su torrija, la mejor de España:

-Batir leche con un quesito y tomillo fresco, que quede liquido.

-Remojar en la mezcla el pan de pueblo, sin corteza.

-Batir huevo con queso semicurado rallado y sal del Himalaya.

-Rebozar la torrija en el huevo batido y hornear 6 ó 7 minutos.

-Preparar el paté con aceitunas negras, pimentón ahumado, pimienta, alcaparras, anchoas y media naranja exprimida, hasta dejar una pasta muy fina.

-Introducir el paté en una manga pastelera e incorporarlo en la torrija, ya horneada.

-Coronar el paté con queso rallado y tomillo fresco.

-Darle un golpe de calor en el horno para fundir el queso.

-Verter en una copa 20 centilitros de ginebra Ever de las bodegas Sinc de Alcoy y cubitos de hielo.

-Echar tónica con una cucharita, para airear el cóctel.

-Introducir en la copa piel de naranja, tomillo en rama y dos bolitas de enebro.

«El bocado de la torrija aromatizada con los matices herbáceos de la ginebra da un subidón en boca y borda el plato», destaca emocionado el jefe de estudios del instituto, Francisco Sánchez Bocanegra, que junto a la profesora Carmen Franco viajó también a León con otros dos alumnos, Cristian Vigara y Verónica Cartagena, que presentaron otras dos torrijas, éstas dulces.

Todos ellos trabajaron en equipo dos semanas antes hasta conseguir el mejor plato posible, y con la previsión de preparar ante el jurado cualquiera de las tres torrijas en el caso de que alguno de ellos se ausentara a última hora.

«Ver allí a mis compañeros me dio mucha tranquilidad», reconoce Luisa. Y fue la mejor.

A su 19 años, Cristian Vigara elaboró su torrija con gominolas, inspirada «en mis dos primas pequeñas», explica:

-Pan de leche.

-Remojarlo en leche con gominolas disueltas, infusión de té negro con aroma de vainilla, caramelo, y esencia de fresa.

-Hornear y caramelizar con un soplete el azúcar vainillado.

-Maridar con cava rosado.

La torrija que presentó Verónica Cartagena, de 18 años, no lleva gluten porque «mi tía es intolerante a la lactosa». Se elabora así:

-Tostar en el horno el pan sin gluten, que quede crujiente por dentro y tierno por fuera.

-Remojar en leche de arroz, con semillas de lino dorado triturado -que en reposo suelta gelatina-.

-Rebozar con lino.

-Freir y rociar con azúcar, canela, jenjibre y miel liofilizada.

-Coronar con palomitas de quinoa, pétalos de azahar y fresa deshidratada.

-Maridar con un moscatel de la terreta.