La Conselleria de Sanidad no se plentea rescatar este mandato ninguno de los tres hospitales públicos que en la provincia de Alicante están gestionados por empresas privadas -Torrevieja, Dénia y Elche-Vinalopó- debido a la elevada suma de dinero que habría que pagar por rescindir los contratos antes de que éstos finalicen.

De esta forma, Alzira será el único centro sanitario que pasará a ser cien por cien de gestión pública tras finalizar en abril de 2018 los 15 años de vigencia del contrato. De hecho, la Conselleria de Sanidad acaba de enviar un escrito a la dirección de este departamento anunciando oficialmente el inicio de este proceso, que se prolongará un año. La semana que viene está previsto que además dé comienzo la negociación con los sindicatos para abordar de qué manera la Conselleria de Sanidad asumirá a los trabajadores de este hospital. Lo que se decida finalmente puede sentar precedente para el resto de hospitales en concesión, si en un futuro el partido que gobierna prosigue con esta política de reversión de concesiones.

En cuanto a los tres hospitales que en la provincia funcionan gestionados por empresas privadas, el primer contrato en vencer es el de Torrevieja, en noviembre de 2021, seguido de Dénia, en abril de 2023. El último centro sanitario que se levantó bajo esta fórmula fue el de Elche-Vinalopó, cuyo contrato no vence hasta julio de 2025.

Al margen de los hospitales, la Conselleria de Sanidad también se ha propuesto devolver a la sanidad pública el servicio de resonancias, en manos de empresas privadas en la práctica totalidad de los hospitales de la Comunidad. El contrato con la empresa que explota este tipo de pruebas diagnósticas finaliza a finales de 2018 y la conselleria ya ha dado los primeros pasos de cara a su reversión. En los últimos meses ha comenzado a destinar a radiólogos de la sanidad pública para que informen de las resonancias que hacen estas empresas privadas.