«Es capital, y espero que el Gobierno actual lo entienda, que hay que llegar a un acuerdo cuanto antes para que los 300.000 residentes y los 15 millones de turistas británicos tengan acceso a las prestaciones sanitarias en las mismas condiciones que ahora haciéndose cargo de la factura el Tesoro Británico. Luego habrá que buscar los acuerdos fiscales que sean convenientes para facilitar que sigan comprando inmuebles en nuestra costa». Así se refirió el exministro de Exteriores José Manuel García-Margallo a los pasos que habrá que dar para que el próximo «Brexit» afecte lo menos posible a la provincia y al resto de España.

García-Margallo participó ayer en el XII Congreso Nacional de Estudiantes de Derecho en la Universidad de Alicante (UA) para hablar sobre el nuevo escenario mundial y la irrupción de los populismos en Europa.

Preguntado sobre si será posible mantener la relación con Reino Unido una vez se haga efectiva su salida de la UE, el exministro se refirió al capítulo del libro de la primera ministra Theresa May que recoge la posición británica y que «dice que preservar los derechos de los nacionales de la UE en el Reino Unido y de los nacionales del Reino Unido en la Unión Europea es crucial».

Precisamente ante este escenario, unido a los primeros pasos de la administración Trump y los acontecimientos europeos «España debe acomodarse al nuevo orden mundial y europeo, ya que ambos se están redefiniendo y tenemos problemas internos muy serios como el de la estiba o los presupuestos junto a una inestabilidad social que ha frutificado en Podemos, y a un problema territorial de primera magnitud en Cataluña», alertó Margallo. A su juicio, la posible salida española pasaría por «definir un sistema económico más eficiente, que los trabajadores españoles tengan salarios más dignos, porque con una media de 19.000 euros no se devuelve lo invertido en educación y sanidad». Por eso abogó por «aumentar la productividad y hacer un esfuerzo en educación y en nuevas tecnologías. «Estamos en un mundo nuevo y no hay cartas de navegación, lo que nos obliga a discurrir», reflexionó, al tiempo que citó a Keynes: «Nunca ocurre lo imprevisto, ocurre lo no pensado», indicó. Apostó por un «crecimiento inclusivo, coherente con el problema del cambio climático y más eficiente».

En relación al último atentado perpetrado en Londres el miércoles alertó del problema de difícil solución de los «lobos solitarios» y afirmó que es esencial «compartir datos de inteligencia y fuerzas armadas entre los países».