Los concejales de Medio Ambiente, Víctor Domínguez, y Marisol Moreno, de Protección Animal, cogieron anoche la linterna para sumarse a las batidas por el monte sobre el que se asienta el Castillo de Santa Bárbara en el marco del proyecto «¡Ven a descubrir los erizos del Benacantil!», impulsado por la Universidad de Alicante, en colaboración con el Ayuntamiento y la asociación Galanthus.

Los ediles siguieron el mismo cauce que cualquier ciudadano y fueron de los primeros en enviar un correo electrónico a la dirección convenida para convertirse en voluntarios. Se han apuntado más de 150 personas, que los organizadores han dividido en grupos ya que las batidas se realizarán una noche al mes hasta septiembre entre las 21 horas y la medianoche.

Junto a Domínguez y Moreno recorrieron el monte en busca de erizos los primeros veinte voluntarios (por orden de inscripción), quienes, divididos a su vez en grupos más pequeños, iban acompañados de un coordinador. Entre ellos, Jana Marco, bióloga de la Universidad responsable del proyecto y estudiante de doctorado, quien lleva cuatro años trabajando con estos mamíferos nocturnos que suelen vivir en terrenos cubiertos de matorrales, cultivados y en dunas de arena, en bosques y en sus lindes. En el mismo proyecto participa el profesor del área de Ecología, Germán López.

Los voluntarios empezaron a buscar sobre todo por las zonas de comederos de gatos que hay por el monte. «Los erizos no son tontos y se acercan a los comederos, y éstos los tenemos mapeados. En el tiempo que llevo estudiando los erizos nunca me he vuelto de vacío en una búsqueda pero la naturaleza es impredecible», dijo Marco. La idea es tomar medidas biométricas a los ejemplares que se encuentren, es decir, pesarles para conocer el estado de la población y sexarles para determinar cuántos machos y hembras hay, en una época en la que además inician el cortejo para procrear.

También se les tomarán muestras de pelo para realizar estudios genéticos y a los ejemplares más grandes se les colocará un emisor GPS, que sujetarán con una masilla similar a la que los dentistas usan para los empastes. Estos localizadores permitirán conocer el uso que hacen los erizos del espacio teniendo en cuenta que el Benacantil es un monte urbano, y los hábitats por donde se mueven.