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El tripartito exige que se «ajusten los gastos» para no abandonar la Mancomunidad

La entidad encarga un informe para demostrar al Ayuntamiento de Alicante los beneficios de su continuidad

Parte de los asistentes a la reunión extraordinaria de la Mancomunidad de l'Alacantí, que se celebró ayer tras el anuncio del alcalde. rafa arjones

El alcalde de Alicante, el socialista Gabriel Echávarri, criticó ayer «la elefantiásica estructura» de la Mancomunidad de l'Alacantí, de la que anunció en el pleno de presupuestos el pasado miércoles que el Ayuntamiento de Alicante se saldría para ahorrarse casi medio millón de euros al año.

Ayer, sin embargo, la postura ya no era tan firme. Echávarri condicionó la continuidad de Alicante en la entidad a la «reducción de costes superfluos», entre los que citó el alquiler (1.500 euros al mes) de la sede situada en «el edificio más caro de toda la comarca», en alusión a la Casa Carbonell de Alicante, y que el resto de consejeros cobren [unos 200 euros] por asistir a cada reunión. Tanto Echávarri como Natxo Bellido renunciaron al inicio del mandato a percibir dietas por acudir a las asambleas de la Mancomunidad, que suelen celebrarse el último viernes de cada mes. «Éstas son estructuras que tenía el PP que, en vez de redimensionar, hemos ocupado. Vamos a hacer las cosas bien, hay que ser valientes», añadió Echávarri, quien criticó al Consell, sin citarlo, por potenciar el municipalismo sin cerrar las diputaciones. «Si queremos evitar duplicidades, no creemos triplicidades. ¿Las mancomunidades son el sustituto de las diputaciones? Posiblemente sí, pero hagamos que desaparezcan, no tengamos triple orden», subrayó.

La Mancomunidad, tras el anuncio de Echávarri, se reunió ayer de urgencia. En el encuentro, al que acudió Bellido por parte de Alicante, los representantes de Sant Joan (su alcalde preside la entidad comarcal), San Vicente, El Campello, Mutxamel y Agost acordaron encargar un informe técnico para demostrar al tripartito los beneficios para la capital de la provincia de continuar en la Mancomunidad, que por ahora se encarga de las depuradoras y de los tratamientos de plagas.

Bellido abogó ayer también por «ajustar los gastos» que supone para Alicante pertenecer a la entidad, a la vez que apostó por cambiar «aquello que no sea productivo». Por su parte, el vicealcalde, Miguel Ángel Pavon, se mostró a favor de estudiar la posible salida de Alicante en la Mancomunidad. El abandono, según fuentes de la entidad, «no tendría efectos inmediatos», ya que el aviso por parte de Alicante tendría que llegar con un año de antelación.

Desde la oposición, por su lado, criticaron a Echávarri por la «ocurrencia» de anunciar la salida de la Mancomunidad de l'Alacantí. «Son anuncios muy aventurados, ni los han hablado ni estudiado», apuntó Barcala (PP), mientras que Manresa (Cs) aseguró que el alcalde se ha «pegado un tiro en el pie, además de enfrentarse con todo el PSOE de la comarca».

Por otro lado, los sindicatos SEP y UGT del Ayuntamiento exigieron ayer que la anunciada supresión de los patronatos de la Vivienda y de las Escuelas Infantiles no afecte a los trabajadores. Echávarri, en el pleno del miércoles, garantizó la continuidad de los empleados, que son todos laborales, según fuentes municipales.

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