Las acusaciones han pedido nuevas declaraciones de testigos en el caso del asesinato de María del Carmen Martínez, viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala, ambas encaminadas a rebatir algunos de los extremos de la defensa. Por parte de la acusación particular que ejerce Vicente Sala se ha pedido que testifique un agente de la Policía Autonómica y amigo personal suyo para replicar a las acusaciones de que la investigación ha estado dirigida desde el principio gracias a esta relación de amistad. Asimismo, desde la Fiscalía se ha solicitado que testifique un directivo de Samar Internacional para que concrete si realmente existió algún tipo de amenazas a la familia por los negocios del holding en Sudamérica. El magistrado José Luis de la Fuente deberá pronunciarse ahora sobre si admite o no estas citaciones.

El abogado del sospechoso, José Antonio García, ha venido denunciando que la investigación policial ha estado dirigida por el primogénito de la víctima a través de este amigo policía para incriminar a Miguel López descartando otras posibles líneas. Con su citación, se pretende demostrar que este agente de la Unidad de la Policía Autonómica no tiene relación alguno con los agentes que están investigando este asesinato.

La segunda de las citaciones la pide la Fiscalía. Tal como adelantó este diario, el fiscal ha solicitado la comparecencia de un directivo de Samar para hablar sobre los negocios del grupo familiar en Sudamérica y si existía algún tipo de amenaza por la actividad empresarial de las resinas.

En uno de los escritos presentados ante el juzgado, el fiscal replica a la defensa que es «absurdo» sostener, como hace el letrado del sospechoso, que aunque Vicente Sala hubiera recibido amenazas por los negocios en Sudamérica no lo hubiese confesado porque eso implicaría tener responsabilidad en la muerte de su madre. Desde la Fiscalía se insiste en que no sólo el primogénito de los Sala ha negado haber sufrido extorsión alguna, sino que también lo han declarado otros trabajadores de la empresa de los plásticos. El fiscal considera que de ser ciertas estas amenazas el primogénito de los Sala se habría buscado protección, y con mayor motivo después de la muerte de su madre, lo que en estos momentos todavía no lo ha hecho.