La decisión de ayer del pleno del Ayuntamiento de Alicante de abandonar la Mancomunidad de l'Alacantí ha pillado por sorpresa al resto de municipios que conforman este consorcio comarcal. Los alcaldes de Sant Joan d'Alacant, San Vicente del Raspeig, Mutxamel, El Campello y Agost desconocían la intención de Gabriel Echávarri y recogieron la determinación del primer edil de Alicante con asombro, desconcierto y estupefacción.

Y es que la salida de Alicante deja en el aire el futuro de la Mancomunidad de l'Alacantí, ya que es la ciudad que mayor aporte económico presta a la organización: Alrededor de 450.000 euros que suponen más del 50% del presupuesto.

Para Jaime Albero, alcalde de Sant Joan y presidente de la entidad comarcal, la decisión de Echávarri «está poco meditada y es precipitada» y deja en entredicho la capitalidad de la comarca porque «supone un abandono institucional de Alicante sobre su área metropolitana». Asimismo, el alcalde socialista aseguró que «va en contra de la estrategia de comarcalización que está impulsando el Consell».

En la misma línea, el primer edil de El Campello, Benjamín Soler, de Compromís, manifestó que esta situación «supone un paso atrás» puesto que la Mancomunidad tenía previsto la incorporación de nuevos socios con la entrada de municipios como Aigües, Busot, La Torre y Xixona. Así, para Soler, «es algo llamativo que la capital no vaya a estar representada».

Por su parte, Jesús Villar, alcalde socialista de San Viente del Raspeig, recogió la decisión de Echávarri con «gran sorpresa» por ser «inesperada y por tomarse de manera unilateral». Para Villar, la salida de Alicante «supondrá incrementar los gastos para el resto de municipios en el caso de que sea viable su continuidad». Consecuencias económicas que también avala el primer edil de la localidad de Mutxamel, el popular Sebastián Cañadas.

Sin embargo, tal y como señaló Jaime Albero, los presupuestos de 2017 de la Mancomunidad de l'Alacantí están aprobados, por lo que Alicante tendrá que hacer frente al pago de su aportación, que va en función de las cuentas municipales de cada localidad. Una idea que también apoya Jesús Villar: «La Mancomunidad ha aprobado ya un presupuesto que está comprometido y ha adquirido una serie de obligaciones a las que tenemos que responder».

Por otra parte, Antonio Such, director general de Administración Local, quiso relajar el ambiente de confusión y desconcierto por el futuro del consorcio comarcal asegurando que la decisión de Alicante de abandonarlo todavía no es firme. «Están haciendo los estudios para tomar una decisión, pero todavía no han aprobado la salida y, de producirse, todavía tardaría porque los trámites son bastante largos».

El presidente de la Mancomunidad, Jaime Albero, ha convocado hoy una reunión de urgencia con todos los socios -incluido Alicante- para analizar la situación y valorar las repercusiones de la salida del principal colaborador. Asimismo, Albero solicitará una reunión con Ximo Puig para establecer un nuevo marco de relaciones de las materias que son competencia de la Mancomunidad.