La situación de las calas vírgenes de la Albufereta, de cuyo deterioro ya alertaron los vecinos de la finca Adoc el pasado verano, se ha agravado tras la gota fría de la semana pasada, que ha arrasado con la poca arena que quedaba. Una semana después del temporal, la playa sigue sucia y no se ha reparado el camino de acceso que quedó impracticable, por lo que no pueden acceder los vehículos de limpieza. Varios residentes en urbanizaciones de la zona han denunciado a este diario que todavía no ha pasado ninguna brigada del Ayuntamiento a inspeccionar la zona y a evaluar los daños pese a haber llamado repetidamente.

Los vecinos y usuarios que frecuentan las calas vírgenes desde Rocafel hasta la playa de la Albufereta están muy preocupados por el estado y el futuro de estos espacios naturales, una decena de calas que hasta hace unos años estaban en condiciones aceptables pero «ya sólo quedan un tercio y en pésimas condiciones. En cinco años no quedará ni una sola si alguien no hace algo para evitarlo», afirman. Entre las que más ha sufrido el temporal está, explican, la Cala del Francés. El temporal ha dejado a la vista una gran cantidad de piedras y tubos que no hacen precisamente agradable la estancia ni el paseo, hasta el punto de que los propios vecinos se desplazan a otros puntos del litoral a disfrutar del paisaje tras ver cómo el temporal ha terminado de arrasar las calas.

Mientras tanto, el Ayuntamiento continúa trabajando en el informe de evaluación de daños del temporal en la ciudad. Unos destrozos que el Consorcio de Compensación de Seguros, dependiente del Ministerio de Economía y Hacienda, ya ha cifrado inicialmente en diez millones de euros.

La Concejalía de Medio Ambiente está evaluando la cantidad de arena acumulada en el Tiro de Pichón para reparar la playa de la Albufereta, que el temporal se llevó en buena parte. En la playa de San Juan aún están vaciando trasteros y algunos ascensores no funcionan. Queda pendiente arreglar las vallas de urbanizaciones que tiró la fuerza del agua.