La primavera arranca, tras dos primeros días marcados por el sol y buen tiempo, con un bajón térmico de hasta siete grados y un primer fin de semana que será desapacible con frío y posibilidad de lluvia pero débil si al final se cumplen las previsiones. La bajada de las temperaturas ya se ha notado la pasada madrugada. La previsión del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante y de la Agencia Estatal de Meteorología sobre la primavera que arrancó del lunes no puede ser mas ilustrativa de lo que es la primavera. Una estación marcada por los cambios, como lo demuestra el hecho de que hoy luce un sol espectacular pero hace frío y mañana viernes la temperatura máxima no pasará de los 15 grados. Disminuye el riesgo de lluvias al ser la borrasca de origen Atlántico.

Los modelos estacionales prevén, sin embargo, que la primavera será algo más cálida de lo normal (y esto es una tendencia que se viene notando en la última década), y con precipitaciones algo inferiores en el área del Mediterráneo. Esta previsión la señalan tanto las previsiones de la Agencia Estatal de Meteorología como los de la agencia de EEUU. Mayo será especialmente seco y caluroso, según estas previsiones. Abril será un mes normal en lluvias, con tormentas de primavera típicas, y junio de nuevo seco. Y todo sin perder de vista la temperatura del mar, auténtica «gasolina» en la formación de la gota fría.

«De entrada, para comenzar la estación, a partir de mañana vuelve el frío y la lluvia a la provincia, aunque el empeoramiento será más suave que en el resto de España. Van a bajar las temperaturas entre cinco y siete grados respecto a las de los últimos días y el fin de semana estará pasado por agua pero con lluvias débiles, ya que la borrasca que ha entrado llega del Atlántico» explicó ayer Jorge Olcina, director del Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante. Se esperan mínimas de 7º en la costa y de dos en las comarcas del interior.

Además, desde ayer las horas de luz del día se alargan más rápidamente, y en la Península el sol saldrá por las mañanas cada día casi dos minutos antes que el día anterior. Por la tarde se pondrá un minuto más tarde. Así, el tiempo en que el sol estará por encima del horizonte es de es minutos más cada día.

Invierno de récord

Por otro lado, la provincia despidió el invierno con una precipitación media, de 326,7 l/m2, que es dos veces y media la del promedio climático del periodo 1981-2010 (130,6 l/m2). El motivo de que el invierno haya sido extremadamente húmedo -el más lluvioso desde 1950- se debe a una serie de temporales de Levante, generalizados en todo el territorio, y que ya comenzaron a producirse en la segunda mitad de noviembre, fuera del trimestre invernal. El último se registró los días 12 y 13 de marzo, también fuera del trimestre invernal, según el balance de la Agencia Estatal de Meteorología. El más lluvioso desde 1950.

Hubo tres grandes temporales centrados en los días 4 y 18 de diciembre, 19 de enero, y uno primaveral, centrado en el 13 de marzo. Febrero resultó seco, con dos débiles episodios de lluvia, y los dos acompañados de barro, debido a la carga de polvo africano en suspensión que llevaba el aire.

Como datos destacados, los 1.200 litros por metro cuadrado recogidos en Tárbena, un 323% más de lo normal (291 litros). En Beniarrés cayeron 930 litros; en el aeropuerto de Alicante-Elche, 238 litros; en Villena, 210 litros; en Almudaina, 822 litros, en Novelda, 187 litros, en Alicante, 202 litros y, entre otros, en Crevillent, 179 litros. Todos valores por encima del 200% de la media de lluvia normal. El jefe de la Aemet en la Comunidad, Jorge Tamyo, lo tiene claro. «Son comportamientos típicos del cambio climático», subrayó. En la ciudad de Alicante no llovía tanto en invierno desde 1870 cuando se recogieron 300 l./m2.