Las monjas de clausura de Santa Faz necesitan 160.000 euros para poder terminar las obras de la hospedería monástica que se estaba habilitando en la segunda planta del monasterio alicantino. Este uso, que afecta a la dependencia anexa al templo o casa parroquial, cuenta con la licencia de obra del Ayuntamiento. Con esta hospedería, para religiosos o seglares próximos a la vida eclesiástica, las religiosas esperaban aumentar los ingresos del monasterio y mantenerse como guardianas de la Reliquia de Santa Faz que, desde hace medio siglo, se custodia en el templo alicantino.

Las obras, que tenían un plazo de ejecución de unos diez meses, tenían que haber terminado a finales del año pasado o principios del actual pero quedaron paradas por falta de fondos para acometer nuevas necesidades detectadas, ya que eran costeadas por la comunidad de las Clarisas. Al no poder continuar con ellas, la Diputación ha reservado una partida y está a la espera de que el Ayuntamiento apruebe sus presupuestos de 2017 (el pleno es mañana), donde figuraría también una cantidad, para hacer efectiva una subvención conjunta y que las Clarisas puedan acometer la finalización de los trabajos, evitando que el convento se deteriore más.

La Concejalía de Urbanismo del Ayuntamiento dio permiso a las hermanas para transformar y poder aprovechar como hospedería una zona del convento fuera de la clausura que está infrautilizada ya que llevaba largo tiempo vacía. Un uso que además figura como posible en la memoria del proyecto de reforma interior del recinto, y que se autorizó con la condición de que el arquitecto procediera a la restauración y protección de diversos elementos arquitectónicos. De hecho, se retiró parte de la tabiquería y los solados en una intervención anterior.

En concreto, el proyecto contemplaba la transformación de la antigua residencia de los porteros y del capellán en una zona de alojamiento monástico con siete habitaciones con aseo y ducha; y una estancia común en forma de sala de estar. Durante el verano se inició una intervención para reforzar el forjado de esa planta, eliminar el riesgo estructural del tejado del monasterio, y apuntalar la primera planta, donde aparecieron problemas de termitas.

Las obras quedaron entonces paradas. El aislamiento de la cubierta buscaba evitar goteras en la hospedería, un problema recurrente en el monasterio cuando llueve mucho. Como sucedió la semana pasada, cuando el agua entró por las grietas en parte de la zona de clausura por la gota fría.

Goteras

Ahí está el segundo problema del recinto, las grietas y goteras que también afectan a la zona de clausura privada de las hermanas. «Es donde ellas hacen vida y se cae a pedazos. La techumbre, según cuentan Sor Clara y Sor Gladys, está en pésimas condiciones. Cuando llueve como el otro día no son goteras, son chorros. Estos días pasados han sufrido lo indecible. Ellas tienen miedo y la gente más cercana también se alarma. Por eso organizamos un festival, para poder tapar los agujeros más grandes», explica uno de los organizadores del concierto benéfico que se celebrará este próximo viernes 24 de marzo en el aula de la Fundación CAM para recaudar fondos destinados a reforzar y adecentar tanto la zona de clausura y las estancias más afectadas, así como para ayudar a las obras abandonadas y evitar así riesgos hacia la integridad física de las hermanas.

El concierto comenzará a las 20 horas en una gala benéfica organizada por el Fórum Alicante, con la colaboración de la Asociación de la Prensa Deportiva, la Junta Mayor de Hermandades y Cofradías de la Semana Santa de Alicante, y la Federación de Hogueras. La entrada cuesta 10 euros y puede adquirirse en el quiosco de prensa de la calle San Juan Bosco 1. Actuarán diversos grupos musicales, como Albaladre, la Compañía Lírica Alicantina, la solista Asunción Padilla y el pianista Emilio Giménez.

También intervendrán el humorista Pedro Korés, el tenor Leopoldo Masanet y el intérprete de tangos Pedro Soriano. También pueden entregarse donativos fila cero a una cuenta a nombre de las hermanas clarisas.