A partir del curso que viene los alumnos más pequeños con 3 años de edad y los de cuarto curso de Primaria, en el colegio Inmaculada Jesuitas de Alicante, estrenan un nuevo modelo educativo similar en sus objetivos al exitoso de Finlandia.

Desde el centro explican que no se alinean con ningún modelo educativo en concreto, «lo que hacemos es escoger determinados principios para cumplir los objetivos educativos», subraya el coordinador, Pablo Miñano, a INFORMACIÓN.

Aulas sin apenas libros de texto y con espacios físicos más abiertos e incluso gradas para favorecer el trabajo de los alumnos en grupo, son las medidas más llamativas de entrada.

El jefe de estudios y coordinador del nuevo proyecto denominado «Vein21uno», Pablo Miñano, subraya que aproximadamente el 60% de la jornada escolar de los primeros 120 alumnos que emprenden este proyecto, se llevará a cabo de esta forma más abierta y flexible, y que sólo mantendrán el tradicional esquema de la enseñanza, con sus correspondientes libros de texto en áreas como las Matemáticas, Religión, Inglés y Educación Física.

«La inspección educativa de la Conselleria de Educación nos ha dado ya el visto bueno y nos anima con este proyecto educativo innovador», añade Miñano.

«Está demostrado que el aprendizaje a través del descubrimiento aumenta la motivación del estudiante y deja más huella en ellos, facilitando el desarrollo de habilidades para aprender a aprender», explica el coordinador.

Organización

El centro huirá de la actual distribución horaria por asignaturas, más encorsetada, para cumplir con el contenido de los currículos con una «mayor flexibilidad».

Las asignaturas se trabajan en común, enlazando contenidos de unas y otras gracias a la estrecha colaboración de todo el profesorado implicado.

Los habituales grupos de alumnos de 30 niños por aula, pasarán a ser de 60 entre estos primeros 120 alumnos, (de 3 años y de cuarto de primaria), entre los que se estrena el proyecto a partir de septiembre.

Estas aulas serán más abiertas, tendrán más espacios, se incluirá una grada y habrá dos profesores en cada una de ellas, junto a otro docente de apoyo para los dos grupos de alumnos.

Además, estos alumnos irán descartando el uso de los libros de texto progresivamente.

De entrada, utilizarán chromebooks u ordenadores portátiles sin disco duro, que conectan con la nube por internet, desde donde tendrán acceso a los contenidos elaborados por los propios docentes para cada nivel.

«Con el tiempo no hará falta ningún libro», explica Miñano, que ha presentado asimismo el proyecto educativo a las familias.

El colegio lleva «dos años» preparando este nuevo modelo pedagógico que arranca progresivamente el curso que viene «a razón de un curso más por año», concluye el jefe de estudios.