El disparo del cohete anunciador en la tarde del pasado jueves dio paso al júbilo en el barrio de Villafranqueza, que celebra este fin de semana cuarenta y un años de fiestas populares en honor a su patrón San José.

Desde entonces, las calles del barrio del norte de Alicante se han ido engalanando para la ocasión.

Bajo las luces que anuncian verbena y entre pólvora y mucha música han llegado los días grandes de la celebración de los moros y cristianos de Villafranqueza.

Los festejos comenzaron ayer con un pasacalles de las comparsas, al que le siguió el habitual almuerzo acompañado de la célebre paloma alicantina. Durante la tarde, la entrada cristiana corrió a cargo de la comparsa «Pescadors i Llauradors», que acaparó la atención de todos los asistentes.

Ya de madrugada, y en medio de un centelleo de trajes y aplausos, entraron en escena las huestes moras para hacer capitular a los cristianos. Hoy a las 9 horas los Nanos i Gegants se adueñan de las calles, que acogen durante todo el día diversos actos, entre los que destacan la embajada cristiana (13 horas) y la entrada mora (18 h.), de la mano de la kábila «Els Palamoners». Esta noche los fuegos artificiales culminan las fiestas del alborozo entre cruces y lunas, donde la fantasía inunda las calles de Villafranqueza.