Bicicletas de rehabilitación con más de 20 años, consultas tan pequeñas que las camillas impiden abrir del todo las puertas, aires acondicionados tan ruidosos que no dejan tomar la tensión a los pacientes, sillones rotos... y así un largo etcétera.

El centro de salud La Florida acumula una enorme lista de desperfectos, fruto de las más de dos décadas de funcionamiento y el escaso mantenimiento que se ha hecho de estas instalaciones que atienden a cerca de 35.000 vecinos. Se trata del centro de salud de mayores dimensiones del departamento del Hospital General de Alicante.

Unos desperfectos que se repiten en las consultas de médicos y enfermeros y en los espacios comunes, según se recoge en un informe firmado por la práctica totalidad de la plantilla del centro y enviado a la Gerencia del departamento. En este informe se enumeran todas las deficiencias del centro, como la que sufre el área de extracción de sangre, donde se atienden no sólo a los pacientes de Florida, también a los del centro de salud de Babel. Por este espacio pasan a diario cerca de 170 pacientes, que deben esperan a ser atendidos en una sala pequeña y con pocos sitios para sentarse. En una hora se realizan todas las extracciones, por lo que los trabajadores denuncian que se viven auténticas situaciones de estrés. La sala de extracciones tiene unas dimensiones de 39 metros cuadrados y en ella se llegan a juntar decenas de personas, entre pacientes, familiares y trabajadores. En este mismo espacio se atiende a los pacientes que han sufrido mareos o lipotimias tras la extracción, «sin ningún tipo de intimidad», critican los trabajadores. En alguna ocasión, añaden, «ha sido preciso atender a más de un paciente a la vez, lo que obliga a tumbar a uno de ellos en el suelo».

Las deficiencias continúan en otros espacios comunes, como el mostrador de admisión. «Los pacientes deben realizar las diferentes gestiones a viva voz, a través de un cristal, por lo que se vulnera su derecho de confidencialidad». Además, no existen asientos suficientes, por lo que las esperas se deben realizar de pie.

En todo el centro de salud no existen aseos adaptados. La sala de rehabilitación también es utilizada por los pacientes de los centros de salud de Babel y Florida. Su equipamiento se ha quedado obsoleto y por ejemplo las bicicletas no se han renovado en los 22 años que tiene el centro.

En cuanto a las consultas de los médicos, «su espacio es muy reducido, entre 7 y 10 metros». El mobiliario está anticuado y obsoleto «y su estado de conservación es lamentable». El material que emplean médicos y enfermeros no corre mejor suerte. «Tensiómetros digitales antiguos, manguitos sucios y material que en ocasiones tienen que comprar los propios trabajadores que atienden en los domicilios», son otras de las deficiencias denunciadas. Los trabajadores recuerdan que desde hace 15 años las diferentes direcciones del departamento vienen planteando una reforma y ampliación de las instalaciones. Sin embargo, año tras año, «los presupuestos han ido olvidando las dotaciones económicas que permitan la reforma de este complejo».

La próxima apertura del centro de salud de Benalúa era muy esperada por los trabajadores de La Florida, puesto que parte del cupo de pacientes pasaría a este nuevo centro, «pero al final no va a suponer mejora alguna, ya que la administración sanitaria ha decidido trasladar a dos médicos y una enfermera de Florida».