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Molares: «El tripartito tuvo mucha prisa por hacer alcalde a quien no le correspondía»

La exedil muestra hoy «Subrayado en rojo», un libro en el que recoge los artículos que ha publicado en INFORMACIÓN

Molares en otra imagen.

¿Qué encontramos en «Subrayado en rojo»?

Es una recopilación de los artículos que he publicado en INFORMACIÓN y que llevan una entrada cada uno actualizada. Son 156 artículos desde 1986. 30 años. Están divididos en tres partes: Una aborda la política municipal, la segunda se llama Desde la Izquierda con Amor y la tercera, Aunque Ruja la Marabunta.

Los dos primeras partes están claras ¿Y la tercera de la marabunta?

Esta tercera va del año 2001 hasta aquí. Es la recuperación de neo-neoliberalismo, la pérdida de los derechos, la proliferación de las guerras, la injusticia social, la miseria por las calles... lo que estamos viendo. Aunque también está el estallido de esperanza del 15 M.

¿Cómo se planteó publicar sus artículos?

Busqué una editorial en Madrid porque quería publicarlo. pero los primero intentos fueron desalentadores. Entonces se me ocurrió ir al departamento de publicaciones de la UA donde no he publicado nunca nada y me dijeron que sí tras pasar por la comisión científica y empezó el proceso que ha culminado aquí. Yo lo entregué en febrero de 2015 y han tardado dos años en publicarlo.

¿Satisfecha?

No. Nunca puede uno estar satisfecho. El libro ha salido a trancas y a barrancas. Tengo el segundo casi acabado sobre la especulación del suelo en Alicante que en sí una historia de Alicante desde 1950 que es mi tesis doctoral pero con lenguaje comprensible para mis queridos vecinos, y quiero entregarlo antes del verano para que no pasen otros dos años. Y tengo dos libros más sobre la historia de Parque Ansaldo, el movimiento de los PNNs y la historia de mi paso por el Ayuntamiento, de lo que pudo haber sido y no fue en los municipios alicantinos tras el franquismo que incluye un anecdotario que es lo que le gusta a la gente, como cuando el alcalde Lassaletta me dijo «Tú me tocas los huevos...» y esas cosas. Es lo bueno de hacer se mayor y estar vivo, que lo cuentas todo.

¿Cómo se ha visto en estos 30 años al releer los artículos? ¿Mas desesperanzada?

No. Para mí, un estallido de esperanza es el 15M y otro que mis jóvenes que son familiares algunos y otros antiguos alumnos o amigos que han aparecido en la vida se han interesado e incluso me han corregido y animado. Esos 30 años han sido altamente estimulantes y se lo debo a la actividad política, a la juventud con la que me he tropezado y a las personas que la suerte y la selección me ha puesto cerca.

¿Es ahora la sociedad como esperaba cuando empezó a escribir?

Yo peleaba para que lo concreto mejorara. No soy de visión derrotista. Creo que hay mucho que ha mejorado. Por ejemplo la higiene en la civilización occidental, que hayan mejorado las buenas formas, tratarse sin gritos ni acritud... Esa fue una experiencia muy bonita de la primera corporación a pesar del «tú a mí me tocas los huevos» del alcalde cuando querían vender el asilo de Benalúa, o «te voy a dar una hostia que te voy a tirar por el balcón» que me dijo Antonio Moreno una vez. Pero me han dicho cosas peores, como Ángel Luna al negarse a llevar a fiscalía el delito admitido por Ortiz que dijo en público que él presentaba propuestas para obras en la ciudad antes de que saliera la convocatoria porque tenía buenos contactos en la ciudad. Yo pedí que eso se llevara a la fiscalía en un pleno y Ángel Luna me dijo: «No les voy a dar esa baza electoral». Eso es más grave que una frase malsonante.

¿Mantiene esa esperanza que tenía puesta en el 15M?

Una ha aprendido a tener paciencia. Los hechos vienen de muy lejos y cristalizan con el tiempo como se aprende en Sociología. Con este movimiento se han puesto en el escenario muchos temas que eran tabúes y no se trataban en público porque se daban por sentados. ¿Si el escenario ahora es esperanzador o no? Altamente esperanzador no es. Por un lado están los predicadores del derrotismo que tienen unos altavoces muy fuertes en muchos medios de comunicación. Pero por otro lado está la gente que cree que hay opciones. Hay que asociarse, abandonar el sometimiento y trabajar con cohesión. Hay instrumentos neotecnológicos que contribuyen a la desestructuración, pero también hay fuerzas que desde abajo están intentando recuperar esa especie de cohesión social que es lo que la gente necesita. La especie no puede vivir sin cooperación y cohesión frente al neo-neoliberalismo, que aboga por el individualismo y el triunfo personal como meta.

¿El instrumento es Podemos?

Podemos para mí no es el 15M. Es una opción política que ha intentado reproducir las propuestas de IU de 1986: el movimiento asambleario abierto, la democracia directa... Luego no se consiguió. Es una propuesta difícil.

¿Existe el peligro de que IU sea fagocitada por Podemos?

IU siempre fue un partido que todos querían llevarse, desde Alfonso Guerra, o luego con aquella propuesta de unidad de la izquierda que pasaba por someterse a la línea del PSOE de Felipe González. Pero yo estoy segura de que IU no se va a diluir. Está pasando uno de los mayores baches de su historia. Pasa debilidad orgánica y debilidad económica pero ya le ha ocurrido otras veces. Hay una parte de responsabilidad cuando Anguita dimitió y su «hijo» Gaspar Llamazares se convirtió en un detractor del padre hasta intentar hacerlo desaparecer de la historia de la formación, eso ligado a una destructuración territorial. Y luego hay que reconocer el choque entre la dialéctica y la calle. Se abandonó el trabajo en la calle y empezaron a aparecer grupúsculos para ocupar ese espacio.No se puede abandonar la organización. Es lo que está pasando en Guanyar ¿Quién está organizando la política municipal en Guanyar? ¿Quién está creando opinión en torno a esto? En las asambleas de Guanyar se dedican apenas cinco minutos a debatir sobre la política municipal y lo que debe hacer el grupo en el Ayuntamiento. Ahora los concejales sólo se reúnen con los técnicos y deciden individualmente. No hay un grupo municipal abierto con el que se pueda debatir y discutir. Los concejales se sienten propietarios de sus áreas y no lo son.

¿Qué le parece la gestión que está llevando a cabo el tripartito en el Ayuntamiento?

Me parece mal. Empezaron dando la Alcaldía a un partido al que no le correspondía porque había perdido la mitad de sus concejales, y por otra parte las cosas se hicieron con mucha urgencia no sé por parte de quién. Hubo urgencia por tener un alcalde y urgencia por repartirse las competencias lo que supuso una grave contradicción con el modelo del 15M. Llegaron y sus primera necesidad fue saber en qué iban a mandar. Cuando yo en mi época llegué al Ayuntamiento lo hice con miedo y respeto. Entonces en el grupo hacíamos reuniones eternas y yo defendía lo que me mandaba la gente y el consejo político de EU aunque personalmente no siempre estuviera de acuerdo. Esa es una de las fuertes debilidades de Guanyar, hace falta organización. Lo que lamento es que estamos desaprovechando la oportunidad de Alicante para recuperarse como ciudad. Alicante no ha conseguido despuntar desde el 79, porque hemos tenido alcaldes desgraciados, y la oportunidad se nos está yendo de las manos.

¿Cómo ve a Miguel Ángel Pavón?

Pavón trabaja mucho, pero no debate ni da cuentas, actúa con total libertad en lo que él considera. Yo creo que en general ha faltado formación. Guanyar no tiene un instrumento de formación política. EU lo tenía pero no lo usa. Los concejales van a la buena de dios. Están en el Gobierno, pero ¿para hacer qué?

Una persona como usted que ha luchado contra el franquismo, ¿qué opina de cómo se ha llevado a cabo el cambio de nombre de las calles

Está claro que ha habido un patinazo, pero me sorprende que una ley no prevalezca. Existe la Ley de Memoria Histórica y hay que hacerla cumplir. No puede venir un concejalillo porque no se han hecho las cosas bien administrativamente y cargársela. Está claro que ha habido un problema de comunicación con la gente, pero eso no puede suponer que se vuelvan a colocar las placas franquistas. Esta ciudad es un esperpento. Era un modelo de esperpento en el franquismo con la construcción desaforada. Luego con la alcaldesa inconclusa (Sonia Castedo) saliendo en las televisiones, y ahora volvemos a ser un esperpento. Creo que esto de quitar las placas franquistas y volverlas a poner no ha sucedido en ningún sitio.

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