Las intensas lluvias del lunes provocaron numerosas intervenciones de la Policía Local de San Vicente que actuó en colaboración con Protección Civil y el Consorcio Provincial de Bomberos. Los colegios no abrieron ayer sus puertas. E l más afectado fue el Azorín, con el patio inundado y dos clases inutilizadas, y el resto afectado por goteras y acumulaciones de agua más leves.

La red de colectores funcionó, pero no evitó las cascadas de agua en Ancha de Castelar, Doctor Fleming o La Huerta, que el grupo popular atribuye a la falta aún del colector de la zona oeste.

Entre las intervenciones destacan los rescates de personas, atención a accidentes por coches atrapados en las trapas que habían saltado, vehículos averiados y accidentes con daños materiales.

Entre las 19 y las 23 horas del lunes, la Policía Local recibió 105 llamadas pidiendo ayuda o advirtiendo de problemas por las intensas lluvias. Ayer mismo y hasta las dos de la tarde, el Consorcio de Bomberos había recibido otras 40 llamadas, sobre todo de aquellos asuntos que se quedaron pendientes el día anterior como los achiques de agua en bajos y sótanos.

En la noche del lunes se produjeron también varios rescates de personas atrapadas de una u otra forma por el agua, entre ellos el de una familia, una madre y sus tres hijos, del tejado de su casa en la calle Ciruelo de la urbanización Los Girasoles, porque la vivienda se inundó. De hecho, fue la zona de los Girasoles la que sufrió la mayor acumulación de agua. Según el Laboratorio de Climatología de la Universidad de Alicante se recogieron allí 193,5 litros por metro cuadrado.

En el mismo barrio, en la calle Cedro otra familia fue rescatada del interior de su vivienda afectada por las lluvias. Los bomberos rescataron en la calle Clavel a una conductora atrapada dentro de su coche porque el agua le impedía salir. Mientras que en el paso inferior de la ronda este del barrio El Tubo, dos personas se refugiaron en el techo de su vehículo hasta que fueron socorridas.

La fuerza del agua hizo saltar arquetas y ello provocó que algunas ruedas de coche quedaran atrapadas en Ancha de Castelar, la venida de la Libertad, las calles Alicante, Pintor Picasso y Doctor Marañón. En la avenida de Haygón dos personas quedaron atrapadas en el interior de un vehículo sin poder salir y fueron rescatadas. Mientras que en la calle Yerbabuena el agua arrastró una motocicleta y su conductor tuvo que agarrarse a un vallado hasta que fue socorrido, según informó el área de Seguridad.

Por otra parte, vecinos de la urbaniuzación Bonanova han denunciado que tras la tromba han aparecido cantidad de roedores, unos vivos y otros ahogados, en las zonas comunes e incluso dentro de las viviendas.

El alcalde, Jesús Villar, visitó los centros escolares de San Vicente durante la mañana de ayer junto a la edil de Educación, Begoña Monllor. El primer edil elogió el trabajo de los servicios de emergencia y destacó que no se produjeron daños personales. Por su parte, la concejal de Educación reconoció la necesidad de tomar medidas urgentes para evitar que de nuevo se vuelva a anegar el patio del colegio Azorín, donde la clase de Música y de Educación Especial han quedado afectadas y hoy no se podrán utilizar. En La Almazara la edil lamenta que a pesar de que es uno de los centros más nuevos, hay numerosas goteras y filtraciones, y las avenidas hacia el colegio Santa Isabel provocó también una acumulación de agua. «La mayoría de colegios tiene goteras y la brigada de Mantenimiento ha reforzado la limpieza», aseguró Monllor,

La red de colectores de San Vicente ha impedido que se produzcan inundaciones. Aunque el concejal popular, Antonio Carbonell, recuerda que aún queda ejecutar el colector de la zona oeste para que las cascadas en las que se convierten las calles principales desaparezcan. «La parte este está resuelta, pero como no existe colector en la zona oeste toda el agua de aquella zona baja. Y hay una solución, invertir los 8 millones de euros que cuesta hacerlo», explica.