Abrir el Auditorio de la Diputación de Alicante (ADDA) al barrio de Campoamor y propiciar la llegada de cruceristas, que se suelen quedar en la plaza de toros, hasta la zona para acentuar su revitalización.Éste es el objetivo de las actuaciones acordadas ayer por representantes del auditorio, del Ayuntamiento de Alicante y de la Asociación de Comerciantes y Afines de Campoamor para intentar que el emblemático recinto se integre en el barrio.

Los comerciantes entienden que el ADDA ha dividido en dos Campoamor al situarse en medio de los ejes vertebradores en que se han convertido la avenida de Xixona y la de Alcoy, por lo que urgen actuaciones para que se convierta en un edificio «amable».

La Concejalía de Comercio y los representantes del ADDA recogieron ayer el guante y acordaron una serie de medidas que comenzarán con la disposición del Ayuntamiento a entregar a la Diputación el listado de cruceros para que se establezcan actividades que atraigan a los pasajeros de los buques que atracan en el Puerto. Tal y como explicó el asesor municipal de Comercio, Pedro de Gea, «entendemos que el ADDA está dentro del espacio de desplazamiento de los cruceristas y la idea es conseguir que suban a Campoamor, ya que muchos se quedan a 50 metros porque suben a visitar la plaza de toros y el museo taurino».

Aparte de atraer su capacidad de compra, entienden que eventos organizados para ellos por el ADDA como concursos de bandas de música o exhibiciones de dolçaina i tabal darían mucha vida al barrio teniendo en cuenta que, según datos de la dirección de Operaciones de la estación marítima de cruceros, se espera que este año lleguen a Alicante más de 100.000 cruceristas.

Además, se van a poner en macha iniciativas conjuntas del ADDA, el Ayuntamiento y la asociación de comerciantes para aprovechar la zona de aparcamiento del auditorio y la explanada de la fachada principal con actividades lúdicas. Los comercios del barrio repartirán publicidad de las actuaciones culturales en el recinto y sortearán entradas a los mismos para sus clientes. Y el ADDA tendrá información sobre los comercios del barrio. «Ahora mismo sienten que el auditorio le perjudica más que le beneficia y la idea es darle la vuelta para que se den cuenta de su potencial. El ADDA es el gran desconocido de Campoamor», concluyó de Gea.